"Este espacio habilitado en el aeropuerto es el primero en su tipo en el país y tiene como propósito acelerar la verificación de identidad, a una velocidad de 10 personas por minuto", señaló Karla Cobreiro, oficial de comunicaciones de MIA.
De hecho, los pasajeros acceden a tomarse una fotografía biométrica, que sirve para medir rigurosamente las medidas especÃficas del rostro y sus componentes, como si de una huella dactilar se tratase.
En ese momento, el pasajero crea un archivo, adjunto a la fotografía, con la documentación requerida, que más tarde será utilizado para agilizar el paso del pasajero tras su llegada del extranjero o rumbo a tomar un avión.
De esta manera, tanto el paso por la cabina de Inmigración como la salida a través de un agente TSA serían evitables.
"La idea es aplicar las nuevas tecnologías que podrían evitar el uso del pasaporte y las consiguientes filas que pueden demorar entre 15 y 30 minutos, según la hora del día", comentó un agente de Aduana, que no autorizó a publicar su nombre.
Por otra parte, el director del equipo tecnológico de la firma SITA, Sean Farrell, que fabrica estos equipos, declaró a la prensa que "para el año 2020 los grandes aeropuertos habrán cambiado el sistema de inspección al modelo biométrico" para ahorrar tiempo…