INDUSTRIA AERONÁUTICA

El coronavirus corta las alas a la industria aérea

La propagación del coronavirus ha colocado a toda la economía mundial en estado de emergencia. Y la industria aérea es una de las más golpeadas debido al cierre de fronteras, y por ende, la ausencia de viajeros debido al temor a la pandemia.

Los vuelos cancelados en todo el mundo provocará en la industria aérea alrededor de 113,000 millones de dólares de pérdidas en ingresos durante este año, estimó recientemente la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).

Avianca Holding, fue una de las primeras en anunciar, la suspensión total de toda su operación internacional y en un 84% de la doméstica (en Colombia). “Estas decisiones son complejas y dolorosas para Avianca y sus empleados cuya principal razón de ser es conectar viajeros en América Latina”, comunicó la aerolínea.

El propósito de la compañía siempre será movilizar a viajeros y tripulaciones de manera segura para que puedan llegar a sus hogares, facilitar la conexión de la región y trasladar carga prioritaria.

El viernes pasado, la aerolínea panameña Copa Airlines se sumó al resto de aerolíneas que se han visto forzadas a suspender operaciones desde el 22 de marzo hasta el 21 de abril próximo.

La contingencia sanitaria global además obligó a Aeroméxico a hacer ajustes y modificaciones en sus rutas tras el cierre de fronteras y restricciones de vuelos en algunos países.

La compañía aérea de Dubái, Emirates Airlines, también anunció este domingo la suspensión de todos los vuelos comerciales a partir del miércoles para luchar contra la propagación del nuevo coronavirus.

“Emirates Airlines suspenderá temporalmente todos los vuelos comerciales a partir del 25 de marzo”, indicó en un comunicado el jeque Ahmed ben Said al Maktum, presidente de la mayor compañía aérea de Oriente Medio.

Asimismo las aerolíneas Porter Airlines de Canadá y la europea Austrian Airlines, decidieron suspender la totalidad de las operaciones de vuelo antes del 20 de marzo.

Otras líneas aéreas como United Airlines, del International Airlines Group (IAG), British Airways, Aer Lingus e Iberia, EasyJet, Finnair, Air New Zealand y Aeroflot, han dado a conocer medidas drásticas para reducir costos después de que varios países decretaran el cierre de sus fronteras, y por ende, se anularan cientos de vuelos diarios.

El panorama es incierto para aerolíneas que antes de la pandemia enfrentaban problemas financieros, como Air France-KLM.

La consultora Sydney CAPA Centre for Aviation advirtió en un comunicado de prensa que la pandemia del COVID-19 llevará a la quiebra a la mayoría de las aerolíneas de todo el mundo para finales de mayo a menos que los gobiernos y la industria tomen medidas coordinadas para evitar tal situación.

Las aerolíneas están agotando las reservas de efectivo rápidamente porque sus aviones no están volando y los que vuelan lo hacen a la mitad de su capacidad, añadió.

De acuerdo con Alexandre de Juniac, titular de la entidad, en dos meses las perspectivas de la industria en la mayor parte del mundo serán peores, debido a los acontecimientos como resultado del virus.

En cualquiera de los casos, el impacto tendrá un efecto dominó a través de la cadena de valor que apoya a la industria aérea. El escenario de pérdida de ingresos previsto no incluye las restricciones de viaje impuestas recientemente por los Estados Unidos y otros gobiernos.

De hecho, United Airlines y Air New Zealand ya le anunciaron a su personal que comenzarán los despidos, ya que las restricciones de viaje obligan a los transportistas a reducir su capacidad y a dejar en tierra decenas de miles de aviones.

Los efectos del coronavirus son ya una realidad en la economía mundial y sin remedio se están trasladando al mercado laboral, donde algunas compañías han empezado a anunciar despidos para afrontar la situación que ha provocado la pandemia.

En ese escenario de calamidad, la línea aérea alemana Lufthansa dijo que ninguna compañía del sector podrá sobrevivir sin ayuda estatal si la pandemia de coronavirus dura mucho tiempo.

Las gestiones

La IATA pidió el viernes pasado a reguladores estatales y transnacionales que flexibilicen sus sistemas de licencias para sus tripulaciones, como ha hecho ya la Unión Europea, con el fin de poder capear la crisis que el COVID-19 ha causado en el sector.

“Las aerolíneas y sus empleados están afrontando un reto sin precedentes para hacer frente al impacto de la crisis del COVID-19 en las operaciones, y agradecemos que se tomen acciones para facilitar requisitos regulatorios que no impacten en la seguridad de los vuelos”, destacó la asociación en un comunicado.

IATA puso como ejemplo las medidas temporales dictadas en la Unión Europea, México, Reino Unido, China o Emiratos Árabes Unidos, que extienden la validez de licencias de operación de pilotos, azafatas y otros miembros de personal aéreo.

“Urgimos a que otros sigan el ejemplo con similares medidas de alivio a corto plazo”, señaló el vicepresidente de la IATA, Gilberto Lépez Meyer…

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