El mal tiempo obligó este martes a suspender la búsqueda en la zona al sur del Indico donde satélites y aviones han avistado posibles restos del avión desaparecido el pasado día 8 mientras cubría la ruta entre Kuala Lumpur y Pekín. Los barcos que han llegado hasta allí, a 2.500 kilómetros al suroeste de Perth, no los han encontrado aún para comprobar si pertenecen al fatídico vuelo MH 370 y, en paralelo al fracaso de los reiterados intentos por localizar lo que quede del aparato, crece la indignación de unos familiares que necesitan conocer de una vez la suerte que han corrido sus seres queridos.
Así, los familiares de los pasajeros chinos del vuelo MH 370, desaparecido se han manifestado este martes ante la Embajada de Malasia en Pekín. Presos de la ira y la desesperación, docenas de familiares han marchado desde el hotel donde estaban alojados hasta la legación diplomática para protestar contra el Gobierno de ese país y contra la aerolínea estatal Malaysia Airlines. Entre gritos y lágrimas, han lanzado botellas de agua contra el edificio mientras coreaban proclamas como "El Gobierno de Malasia nos ha mentido" y "Devolvednos a nuestros familiare".
En medio de escenas de gran tensión, la Policía acordonó la Embajada y cortó la calle para calmar los ánimos, ya que algunos manifestantes se encararon con los agentes. Aunque los familiares pretendían entregarle un comunicado al embajador malasio, finalmente no pudieron acceder a la legación y tuvieron que dárselo a uno de sus ayudantes. Después de varias horas, la Policía desalojó a los manifestantes en autobuses que regresaron al Hotel Metropark Lido de Pekín, donde la aerolínea los ha alojado para informarles sobre la búsqueda del avión perdido.
"Hemos ido a la Embajada a buscar respuestas porque nos han engañado y no han mostrado respeto", criticó a las puertas del hotel uno de los familiares, que no quiso desvelar su nombre ni el parentesco que le unía con uno de los pasajeros desaparecidos. Tal y como explicó, "estamos muy enfadados y queremos saber la verdad porque tememos que el Gobierno de Malasia nos esté ocultando algo y destruya las prueba".
Después de 16 días de confusión sin hallar ni rastro del vuelo MH 370, el primer ministro de Malasia, Najib Razak, confirmó ayer que el aparato se había estrellado en el Océano Indico y que no había sobrevivido ninguno de sus 239 ocupantes, de los cuales 153 eran chinos. Así se desprendía de los nuevos datos aportados por el satélite Inmarsat, que localizó por última vez al avión de Malaysia Airlines en medio del Océano Indico al suroeste de Perth, en la costa occidental de Australia. Aunque los sistemas de transmisión del aparato, un Boeing 777-200ER, habían sido desconectados antes de desviarse de su ruta, el avión seguía enviando cada hora automáticamente una señal a dicho satélite, lo que ha permitido seguir su trayectoria.
Este nuevo descubrimiento, que fue comunicado a algunas familias por mensajes de texto en una evidente falta de tacto de Malaysia Airlines, cayó como una bomba en la sala donde se habían reunido para ser informados los parientes de los pasajeros, que estallaron de rabia y dolor. "No hay pruebas contundentes, sólo los nuevos análisis de los datos del satélite. Entonces, ¿por qué concluyen que no hay nadie vivo? No me lo creo, deben tener más…