Como manada de lobos disputándose una presa, las seis primeras compañías gringas autorizadas para vuelos regulares a Cuba han comenzado la mercadotecnia pública por quien cobra menos y ofrece mejor servicio a los destinos en la isla.
JetBlue, American, Frontier, Silver, Southwest y Sun Country tienen orden de despegue y si no lo han hecho es porque aún no tienen despejadas las pistas por parte de las autoridades cubanas que aún, logística de por medio, no han dado la luz verde para este verano.
Aun así, American Airlines ha realizado algunas peripecias para sondear el mercado. En un principio de la campaña "“y nadie debe dudar que a modo de incomprensible coña-, anunció que viajar en primera clase facturaría 3 000 dólares en una ruta de a duras penas 30 minutos en que ajustándose el cinturón y desprendiéndose de él serían la misma cosa.
Duró poco la broma y ya ha dicho que a partir de setiembre, volando hacia la ciudad oriental de Holguín, sólo se trataba de 186 dólares, pero que en oferta desde el 22 al 28 de junio el billete estaría en nada más que en 198, un auténtica ganga para los actuales precios considerados como los más altos del mundo para distancias, como las de Miami a La Habana que no superan las 90 millas o menos de dos horas para vuelos a otros aeropuertos de la isla.
JetBlue aún no ha lanzado su oferta, pero ya grita a los cuatro vientos que pondrá a disposición de los viajeros sus confiables Airbús A-320 con tres vuelos diarios desde Fort Lauderdale hasta Santa Clara (centro), Camagüey y Holguín con barra abierta para bebidas no alcohólicas, internet y otras comodidades…