En nuestra industria se habla mucho de ella pero, ¿realmente sabemos que es la IATA? Decir IATA es decir aerotransporte y es que la Asociación del Transporte Aéreo Internacional, con oficinas principales en Montreal (Canadá) y Ginebra (Suiza) con sus 240 aerolíneas miembros procedentes de 115 países, encabeza, representa y atiende a las aerolíneas del mundo, fomentando aerotransporte seguro, regular, económico y ecológico, ofreciendo los medios para la colaboración entre las aerolíneas y entre ellas y los gobiernos y diversas organizaciones públicas y privadas. Sus asociados transportan alrededor del 84% del tráfico mundial regular de pasajeros y carga. Cualquier aerolínea que provenga de un Estado Contratante de la OACI puede solicitar su ingreso a la IATA, como lo pueden hacer los intermediarios entre las aerolíneas y el público (agencias de viajes y expedidores de carga) que emplean sus instrumentos de liquidación de ventas, caso en nuestra especialidad del Cargo Account Settlement System o CASS para las guías aéreas.
Los antecedentes de la IATA, que desde el año 2011 encabeza el inglés Tony Tyler, proveniente de la aerolínea china Cathay Pacific, se remontan a 1919 cuando se manifestaba la necesidad de una colaboración especial entre las aerolíneas para resolver temas en materia de acceso a los mercados, equipos de vuelo, responsabilidad civil, reglamentación y condiciones generales de operación. El 28 de agosto de ese mismo año se creó en La Haya (Holanda) la Asociación del Tráfico Aéreo Internacional. Subsanados los temas políticos y técnicos de la aviación con el Convenio de Chicago de 1944 sobre Aviación Civil Internacional, se dejaron en manos de los gobiernos la negociación bilateral de derechos de tráfico, tarifas y la unificación de criterios para la operación de las aerolíneas internacionales, dando origen a la moderna IATA creada en La Habana (Cuba) en el año 1945.
Conforme el negocio del aerotransporte y la política aeronáutica se han ido transformando, la IATA también se ha tenido que reconfigurar para apoyar los mejores intereses de sus miembros y así mantener su membresía en los niveles requeridos para seguir siendo percibida como la organización más importante de la aviación comercial mundial. Este proceso ha forzado a la IATA a pasar de un marco más bien regulatorio atendiendo fuera de Chicago al equilibrio entre la oferta y la demanda, a un modelo más técnico, dinámico y consultor, conforme el aerotransporte internacional se ha desregulado y temas como las tecnologías de información, rentabilidad, seguridad operacional, control de costos, equipo de apoyo en tierra, certificación de calidad, ingresos, canales de distribución, proveeduría, capacitación y medio ambiente han cobrado particular importancia para las aerolíneas.
Una muestra de la importancia moderna de la IATA es su Auditoria de Gerencia Operacional y Control en las aerolíneas, mejor conocida como IOSA, que se ha convertido en una virtual norma internacional, adoptada como complemento a los requisitos de certificación por las autoridades nacionales entre ellas las de Costa Rica y Chile.