INDUSTRIA AERONÁUTICA

Infraestructura en Brasil 2014, una tormenta en medio del carnaval

Desarrollar obras acorde a las exigencias de la mejor Copa del Mundo, ese fue uno de los compromisos que realizaron las máximas autoridades de Brasil en el momento de presentar su postulación para realizar la Copa Mundial de Fútbol 2014. En lugar de ello, ya son decenas de miles de hinchas que empiezan a vivir en carne propia las falencias de obras que aún se encuentran inconclusas, realidad que en su momento sembró dudas hasta en la misma FIFA, quienes de seguro han pensado más de una vez si fue una buena idea hacer este Mundial en la tierra del carnaval.

Otro ejemplo de lo mencionado fueron las aprehensiones que expresaron diversos ejecutivos de aerolíneas, quienes vieron con preocupación que pese a que pasaba el tiempo, los aeropuertos de Brasil no lograban realizar las obras para tener la capacidad de transportar a cientos de miles de personas entre las 12 ciudades sedes. «Cualquiera que diga que no tendremos problemas está mintiendo», indicó Germán Efromovich, Dueño de la aerolínea Avianca, quién además expuso que actualmente aún «no hay lugar en el aeropuerto para siquiera la mitad de los aviones necesarios para transportar a los aficionados», dejando entrever lo caótico que podría llegar a ser esta situación.

Pero este problema se veía venir no solo por el mundial o los juegos olí­mpicos que se realizarán en esas latitudes, sino que también por la escaza inversión en aeropuertos en Brasil, donde el tráfico se duplicó en los últimos cinco años, la cual no siguió el ritmo del crecimiento del país.

De hecho un estudio de 2010 realizado por el Banco Nacional de Desarrollo Económico (BNDES) mostró que la mitad de los 20 mayores terminales de Brasil, no podían manejar más vuelos por el espacio limitado para pasajeros y la carencia de más slots para estacionar aviones, hecho impresentable si pensamos que Brasil tiene tercer mercado mundial de viajes aéreos internos.

Soluciones, hasta el día inaugural del torneo no se ven, pero lo que si se empieza a vivir es el caos, las tediosas esperas y los problemas asociados a una falta de planificación y control de las obras, hecho acentuado además por la huelga de los trabajadores de los aeropuertos de Río de Janeiro, medida que paralizará la actividad de la totalidad de terminales aéreos de la zona justo en el día del puntapié inicial del certamen, haciendo de este comienzo mundialero un desafío que esperemos que el país "Maior do Mundo" pueda sobrellevar.

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