En su blog, la organización busca evitar sorpresas desagradables a los pasajeros y alerta de que las aerolíneas de bajo coste pese a vender billetes muy baratos optan por cobrar por la mayoría de servicios corrientes como el transporte del equipaje, la segunda maleta, la elección de asiento o la emisión de la tarjeta de embarque.
Por ello, advierte de que muchas veces si no se prevé esta información un pasaje que parecía barato puede incrementar su precio, e insiste en que hay que tener en cuenta que compañías como Air Europa o Iberia no cobran por la facturación del equipaje siempre que no supere los 23 kilogramos.
De igual forma, recuerda que además del exceso de peso, ninguna compañía aérea permite maletas que pesen más de 32 kilogramos cada una y remarca que, en equipajes especiales, como instrumentos de música o equipaciones deportivas, está permitido superar este límite, pero pagando el recargo correspondiente.
En conclusión, recomienda planificar el equipaje con antelación y comprobar antes de comprar el billete cuanto coste supondrá la maleta, a la vez que aconseja pesarlo antes de salir de casa.