España es uno de los destinos turísticos más importantes del mundo. El pasado curso, 2019, nuestro país batió por séptimo año consecutivo su récord histórico de llegada de visitantes internacionales, con un total de 83,7 millones de personas que supuso un aumento del 1,1%. A esta cifra hay que sumarle la inyección adicional de riqueza que se deriva del turismo realizado por los propios residentes en España, otra rúbrica que también ha subido con fuerza en los últimos años. En total, la aportación del sector turístico a la economía ha subido con tanta fuerza que ya genera el 12% del PIB y el 13% del empleo.
Parte importante de esa riqueza cuelga de la aportación del sector aéreo, que transporta anualmente a millones de viajeros que entran y salen de nuestro país. El año pasado, sin ir más lejos, los aeropuertos de nuestro país gestionaron un volumen total de 275 millones de pasajeros, otra cifra sin parangón en los registros históricos.
No es de extrañar, pues, que el mercado aéreo español se haya terminado convirtiendo en un catalizador de crecimiento y de riqueza que, mediante su actividad propia, la facilitación del turismo y su papel en las cadenas de suministro, soporta el 9,2% del PIB español y apuntala un total de 1,7 millones de puestos de trabajo.
Pero la crisis del coronavirus está golpeando duramente a la aviación, de modo que toda esa riqueza está en peligro si no se toman medidas rápidamente. En España, las pérdidas potenciales de empleo ligadas al colapso de la aviación que ha provocado pandemia rondan los 750.000 puestos de trabajo, según estimaciones de IATA. Se trata de la cifra más abultada de todos los mercados analizados por la oficina europea de la patronal de las aerolíneas.
Algo similar sucede cuando analizamos la minoración del PIB que proyecta IATA para dichos mercados. En suma, la producción perdida ascendería a 49.400 millones de dólares, frente a los 32.700 que perdería el segundo país más afectado (Reino Unido) o los 28.500 que se dejaría el tercero de la lista (Francia). Resulta revelador que nuestro país lidere el ranking a pesar de tener un PIB menor que el de Reino Unido y Francia…