«Hasta aquà no llega la señal, así que no puedo conectarme», se quejaba una pasajera procedente de Panamá que intentaba acceder con su teléfono inteligente a la red inalámbrica puesta en servicio hace pocas semanas en el aeropuerto de La Habana. Acompañada por sus hijos, la señora aguardaba por recoger su equipaje en las esteras de la planta baja de la Terminal 3, donde acababan de llegar varios vuelos procedentes de Europa y Centroamérica.
Las autoridades aeroportuarias ofrecen el nuevo servicio por 4,5 pesos convertibles la hora. A pesar del alto precio y de los problemas técnicos que lastran su uso, la red wifi bajo el nombre de Nauta brinda una oportunidad para navegar y revisar el correo electrónico. Sin embargo, para conectarse a Internet, es necesario tener contratada una cuenta en el servicio Nauta y haber abonado un depósito, lo que dificulta el acceso a turistas o pasajeros en tránsito. Además, la calidad del servicio dista mucho de satisfacer las expectativas de los usuarios.
«La conexión tiene sus altas y sus bajas, por lo que en los horarios picos es casi imposible entrar a ninguna página porque es muy lenta», dice un empleado de la Aduana. El servicio muestra problemas de cobertura en la señal y estabilidad de la conexión y mantiene el bloqueo a varios sitios censurados por el Gobierno cubano, entre ellos la página de 14ymedio.
Las quejas de los clientes del aeropuerto por la ausencia de conectividad en la principal terminal aérea del país aumentaron en el último año. El crecimiento del número de turistas durante los primeros meses de 2015 también ha contribuido a que las autoridades aeroportuarias se decidieran a implementar este nuevo servicio…