El Colegio Oficial de Ingenieros Aeronáuticos de España (COIAE) ha manifestado su más absoluto desacuerdo con las medidas contra el Cambio Climático que está promoviendo el Gobierno de Francia en el sector de la aviación. En particular, considera equivocada la decisión de prohibir los vuelos nacionales que se puedan realizar en tren en menos de dos horas y media.
El COIAE considera que estas medidas tienen un impacto real inapreciable en las emisiones y, por tanto, ineficaz en la lucha contra el Cambio Climático. Estas medidas pueden ser contraproducentes: en estos momentos de urgencia climática, es una tremenda irresponsabilidad hacer creer a la ciudadanía que se está actuando con firmeza cuando en realidad sólo se están tomando medidas cosméticas sin valor alguno.
Menos del 5% de las emisiones son debidas a los vuelos regionales. En este caso, el impacto real de esta medida es inapreciable ya que la prohibición afecta a unos 70 vuelos diarios. Como éstos son, además, por definición, de muy corto rango (menos de 500 kilómetros) su efecto real es una disminución de menos de 0,5% de las emisiones del sector aéreo en Francia. Más aún, como el transporte aéreo representa menos del 2% de las emisiones de CO2 antropogénicas, si todos los países hicieran algo similar, el efecto real en emisiones a nivel mundial sería prácticamente nulo.
Además, esta medida desincentiva la innovación y la experimentación con nuevas tecnologías libres de carbono. Los vuelos de corto alcance, por motivos técnicos, son el campo ideal para iniciar la electrificación del avión. La cancelación de estos vuelos supone la reducción de oportunidades para la experimentación y reduce la capacidad de innovar de Francia. Europa no necesita obstáculos adicionales para competir con EEUU y China en este mercado emergente.
El COIAE considera que la lucha contra el Cambio Climático sería mucho más efectiva si los gobiernos pusieran el foco legislativo allí donde la palanca es útil y se generen resultados reales. Por ejemplo, los aviones actualmente tienen que viajar en “zig-zag” a través de Europa debido al actual sistema de gestión del tráfico aéreo, un sistema poco eficiente y obsoleto. La simple implementación del programa del Cielo Único en Europa podría reducir las emisiones en más de un 10%. 10.000 veces más que la propuesta del gobierno francés.
El cálculo medioambiental debería incluir las emisiones de la cadena de producción completa
Además, considera absolutamente erróneo calcular el impacto medioambiental utilizando sólo las emisiones que salen del “tubo de escape”. Si queremos realmente combatir el cambio climático, es fundamental no “autoengañarse” e incluir en el cálculo medioambiental todas las emisiones de la cadena de producción completa, incluida la infraestructura. Tanto el transporte por carretera como por tren; requieren de cientos de kilómetros de infraestructura para unir dos ciudades.
Por ejemplo, la línea de AVE entre Madrid y Barcelona, de 600 kilómetros de longitud, transporta 11 millones de pasajeros al año. Las emisiones generadas en su construcción deberían repercutirse también en el cálculo de su eficiencia energética. En este capítulo, el transporte aéreo es tremendamente más eficiente ya que, por el coste medioambiental de una sola pista de 4 kilómetros de longitud, se pueden transportar de 30 a 40 millones de pasajeros al año a cualquier lugar del mundo.
El COIAE quiere recordar que, cuando se tienen todas las externalidades en cuenta, la aviación es el modo de transporte más eficiente y de menor impacto medioambiental, además de no existir alternativa viable de transporte para distancias de más de mil kilómetros.
El sector aeronáutico, como el resto de la sociedad, está absolutamente comprometido en la lucha contra el Cambio Climático. Por ello, en estos momentos está haciendo enormes esfuerzos en la implementación de un cambio tecnológico hacia la descarbonización y en la mejora de la eficiencia operativa…