Durante la última semana, el gobierno federal ha realizado varios anuncios con respecto a la conversión de la Base Aérea Militar No. 1 a ser un Aeropuerto Internacional de Santa Lucía (AISL). Ésta es una cronología de todo lo que ha sucedido en los pasados días.
Recientemente, Andrés Manuel López Obrador, colocó la “primera piedra”, símbolo de inicio de los trabajos preliminares y los estudios específicos para la construcción del mismo, bajo la supervisión y operación del Ejército y otros organismos, con un presupuesto que alcanza los 78 mil millones de pesos.
¿Qué se sabe del proyecto?
Durante la inauguración de la Feria Aeroespacial México (FAMEX 2019), el titular del ejecutivo refrendó su postura en relación con el aprovechamiento de la base militar como un aeropuerto mixto; éste a su vez, formará parte de un sistema que junto al Internacional de Toluca (AIT) y el Internacional de la Ciudad de México (AICM), resolverían el problema de saturación en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM).
Al carecer de un plan maestro, la viabilidad simultánea de los 3 centros ha generado muchas dudas por parte de expertos y la sociedad civil. Cabe señalar que el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, informó que la empresa Aeropuertos de París (ADP Group) desarrolla el plan maestro, asimismo los Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam) y NavBlue, filial de Airbus, realizan estudios de reestructuración del espacio aéreo.
A la fecha, no hay información revelada por las empresas.
¿Y los estudios medioambientales?
Otro de los factores que han generado cuestionamientos, va en relación con los estudios medioambientales. Durante el evento el pasado lunes, Gustavo Vallejo, ingeniero a cargo del proyecto, declaró que entre el 25 de junio y 11 de julio, estarán listos los resolutivos finales de la obra.
Vinculado a ello, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) reconoció que la construcción de Santa Lucía podría generar afectaciones en el suministro de agua, asimismo, se contempló la cercanía del Cerro de Paula –el cual representaría una modificación al presupuesto–, además de generar mayores contaminantes en el aire.
En ese sentido, el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Sedena y la Escuela Militar de Ingenieros, dieron a conocer un estudio en el cual se informaba que, pasados 10 años de operaciones en el AISL, éste tendría el problema de saturación…
