Hace 10 años ejecutivos de la aerolínea Volaris se percataron de que sus costos operativos serían prácticamente los mismos si despegaba uno de sus aviones con todos los asientos vendidos, pero con la panza subutilizada o llena según la documentación de equipaje de los pasajeros. Así, decidieron comenzar a mover carga.
Si bien este no es el core business de la empresa, le deja ganancias adicionales que, como ejemplo, representaron el 0.8% de los ingresos operativos totales de la aerolínea, con 101 millones de pesos al primer semestre de 2018, comenta Miguel Aguiñiga, Director de Desarrollo de Mercados de Volaris.
“Es una estrategia de utilizar toda la capacidad del avión, porque cualquier aerolínea, aunque lleve el 100% de pasajeros, siempre tendrá espacio para la carga, pues no todos los usuarios documentan equipaje. Así, la carga puede resultar en ingresos muy buenos en el año, de un espacio del avión que no se utilizaba”, enfatiza el directivo.
Transportar carga en la belly o panza de un avión de pasajeros es una práctica común. Las aerolíneas, tanto Legacy como Low Cost han avanzado en su incursión en estos aires debido a que, de 2013 a la fecha, el tráfico de carga reporta un alza promedio anual de 6.3%, según la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
Las aerolíneas de pasajeros responden entonces a la necesidad del mercado que “estaba, en cierto modo, desatendido debido a que no tenemos tantas cargueras como en Estados Unidos o Europa”, comenta Alejandro Bravo, Socio Líder del Sector Aeroespacial de KPMG…