En muchos vuelos comerciales de algunas aerolíneas se acostumbra separar el pasaje en diferentes clases en función de lo que puedan pagar los pasajeros es ofensiva. Sin embargo, es un ejemplo perfecto de optimización de recursos bajo dos palabras.
De acuerdo con Wendover Productions, en los comienzos de la aviación comercial no había diferencias de clase entre una parte del avión y otra. Toda la aeronave tenía los mismos asientos y los precios de los pasajes eran uniformemente carísimos. El precio de un pasaje en 1950, ajustado a la inflación, supera los 6, 800 dólares actuales.
Todo eso cambió en los años 40 y 50. La primera distinción se hizo para aprovechar los vuelos postales. Los aviones que transportaban cartas aún tenían asientos y las aerolíneas comenzaron a vender estos pasajes a un precio más asequible por una buena razón: Los vuelos de correo siempre hacían escalas…