A nivel mundial, el transporte contribuye con el 13% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2), correspondiendo el 2% a la aviación. En República Dominicana se producen 106,000 vuelos al año, según datos de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI). Para mitigar sus emisiones de CO2 y aumentar la competitividad de esa actividad económica, el sector de la aviación local ejecuta desde 2015 un plan de acción, con un avance a la fecha de un 54% y una inversión de US$7.6 millones, aproximadamente. Las emisiones reducidas se estiman en 16,800 toneladas de CO2.
Entre las medidas implementadas están la reestructuración del espacio aéreo con cinco nuevas rutas más directas, la instalación de una planta solar de 1.5 megavatios en el Aeropuerto Internacional del Cibao y la utilización de un solo motor cuando la aeronave está realizando taxeo en la pista, con lo que reduce consumo de combustible.
Otras acciones para bajar las emisiones son, en el aeropuerto de Punta Cana, la conexión de aviones a equipos terrestres para el funcionamiento del aire acondicionado y la energía eléctrica cuando se estacionan en la terminal, así como políticas de reducción de peso, entre ellas el reemplazo de los manuales de vuelo en papel que utilizan los pilotos, que pesan 30 libras, por iPad certificados, en los que pueden colocar su firma electrónica, y la reducción de equipaje.
Ese panorama lo ofreció Carlos García, representante de la OACI en materia de cambio climático, agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con una membresía de 191 países, entre ellos República Dominicana.
García explicó que las medidas relacionadas con ahorro de combustible tienen un gran impacto debido a que un avión consume 2,500 litros (660 galones) de combustible por hora. Dijo que al conectar los aviones a la electricidad del aeropuerto se produce un ahorro de 100 galones por hora, al tiempo que se reduce la contaminación, debido a que el combustible de avión es más contaminante, por ejemplo, que el diésel…