INDUSTRIA AERONÁUTICA

Reclaman a sindicalista dinero del acuerdo con Campiani

Representantes de los acreedores de Pluna van a la Justicia para que devuelva lo percibido en un acuerdo de despido confidencial firmado a tres semanas del cierre

Fernando Alberti, más conocido como Tato por los trabajadores de Pluna y allegados al mundo aeronáutico en Uruguay, se fue de la exaerolínea de bandera de una forma extraña. Era presidente del sindicato. Tenía fuerte vínculo con la central PIT-CNT y llevaba la voz cantante de los conflictos contra el socio privado mayoritario de la empresa aérea entre 2007 y 2012. Combativo, operador, era alguien respetado entre los funcionarios. Sin embargo, un día se marchó sin decir adiós.

A Alberti lo descubrieron bajando de forma selectiva el precio de pasajes de Pluna para algunas agencias de viajes, y cobrando por ello dinero por fuera de su sueldo. El perjuicio comprobado por la empresa fue de casi US$ 200 mil. Por ese motivo, se le inició un sumario en enero de 2012. Recién a dos semanas del retiro del gerente Matías Campiani (mandamás de Leadgate que tenía 75% de las acciones de Pluna), a mediados de 2012, llegó a un acuerdo con este argentino que fue encarcelado por un delito continuado de estafa especialmente agravado. Ese "acuerdo confidencial" establecía que Alberti cobraría US$ 150 mil por concepto de despido, mientras no concretara sus amenazas de realizar paros y denuncias de persecución sindical. Otros US$ 100 mil cobraría luego, pero la empresa entró en concurso voluntario el 11 de julio de 2012 por insolvencia financiera.

Alberti se presentó ante la sindicatura del concurso de Pluna y reclamó cobrar esos US$ 100 mil que le quedó debiendo Campiani. Pero los síndicos que se encargan de verificar las deudas de Pluna no solo le negaron ese reclamo, sino que piden que reintegre US$ 135 mil.

Los profesionales que realizaron ese trabajo a pedido de la jueza del concurso, Teresita Rodríguez Mascardi, observaron que en los registros de la aerolínea correspondía pagarle al expresidente del sindicato un despido por mucho menos dinero. Según pudo saber El Observador, la indemnización por despido debió haber sido de $ 314.200 (US$ 14.400 si se toma la cotización del día del concurso). Pero Alberti arregló mano a mano con Campiani por una cifra 17 veces mayor…

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