La aerolínea de bajo coste irlandesa Ryanair tuvo beneficios récord de 569 millones de euros en su último ejercicio fiscal (que terminó el pasado 31 de marzo), un 13% más que en el año contable anterior. El volumen de negocio de la aerolínea también creció un 13% y cerró el ejercicio en 4.884 millones de euros. El alza de los costes operativos, del 12%, fue impulsada, ante todo, por el alza de los precios del combustible, que aumentaron un 18%. Esta subida fue compensada por el alza de tarifas, de un 6% de media, y sobre todo por el crecimiento de la facturación en servicios auxiliares. Estos servicios han permitido a la aerolínea aumentar su beneficio por pasajero un 8% a pesar de que los aviones han ido al 82% de su capacidad, el mismo nivel que el año pasado.
La aerolínea presume de buenos resultados a pesar de la crisis en Europa. Según ha comunicado la compañía en su nota de prensa, en el último ejercicio fiscal la aerolínea ha superado a Alitalia y LOT para convertirse en la mayor aerolínea de Italia y Polonia, respectivamente. Y fiel a su estilo estridente, ha aprovechado la presentación de resultados para repartir quejas por doquier.
Una de las más ruidosas es la presentada por la aerolínea irlandesa a Aena por la subida de tasas aeroportuarias, que le llevó a reducir servicios desde España. A pesar de que el gestor de aeródromos ya ha indicado que considera cambiar de idea, Ryanair no se ha andado con medias tintas: «En un país con un 50% de paro juvenil, subir las tasas cuando el tráfico aéreo cae en 20 millones de pasajeros es, simple y llanamente, una mala idea».
También se ha llevado una bronca la Comisión Europea, por bloquear (de nuevo) la fusión de Ryanair y la antigua compañía de bandera Air Lingus para evitar el casi monopolio de la aerolínea en el mercado aéreo irlandés. Ryanair ha acusado a la Comisión de actuar «por motivos políticos» y comparó su caso con la facilidad con la que Bruselas ha aprobado la compra de British Midland por parte de British Airways.
La previsión de futuro de Ryanair se sostiene en dos patas: el aumento del tráfico gracias a los 175 nuevos aviones comprados a Boeing en marzo y el recorte de líneas y vuelos por parte de sus rivales. A pesar de eso, la aerolínea afirma que su crecimiento en verano será «modesto» debido a la escasez de nuevos aviones y la implantación de rutas más largas. La intención de Ryanair es hacerse con el 20% del mercado europeo de corto radio en cinco años.