La aerolínea irlandesa de bajo coste Ryanair registró un beneficio neto de 1.242 millones de euros en su año fiscal, que terminó en marzo. Supuso disparar sus ganancias, ya que se elevaron el 43% con respecto al año anterior. En buena medida, gracias a la bajada de los costes del combustible, derivados de la bajada del petróleo. La compañía promete que va a trasladar ese ahorro de costes a las tarifas de sus vuelos, además de ampliar más su red de destinos y de asientos, para competir en un entorno cada vez más agresivo entre las aerolíneas.
Ryanair asegura que registró 106,4 millones de clientes (el 18% más) y una facturación de 6.536 millones de euros (el 16% más). Su margen neto de beneficio es del 19%, frente al 15% del ejercicio de 2015. Ha reducido sus tarifas medias el 1% y los costes por pasajero un 6%, cuatro puntos de los cuales llegan gracias al menor coste del combustible. La compañía señala, eso sí, de que sufrió cierto impacto por los ataques terroristas de Bruselas y por las huelgas en aeropuertos, sobre todo franceses.
La irlandesa calcula que se ahorrará el próximo ejercicio unos 200 millones por el petróleo barato. «Tenemos la intención de transmitir la mayoría, si no todos los ahorros de combustible, a nuestros clientes con tarifas aéreas más bajas, sobre todo a medida que aumentemos capacidad durante los próximos 12 meses en los principales mercados de Europa», avanza la compañía que preside Michael O’Leary. En su análisis, la aerolínea aventura que los precios pueden bajar cerca del 7% este año, con bajadas en la horquilla del 5% al 7% el primer semestre y del 10% al 12% en el segundo…