Después de una rebaja del 12% en sus previsiones anuales, los resultados semestrales confirman la caída: Los beneficios de Ryanair han registrado un descenso del 7% en su primer semestre fiscal (abril-septiembre) y se sitúan en 1.200 millones de euros. La compañía señala en varias direcciones para buscar los motivos: la rebaja de tarifas (3%) y el aumento de precio del petróleo, pero también las huelgas de pilotos y tripulantes de cabina y los paros de los controladores aéreos en Francia que se vieron reflejadas en un aumento de los costes por cancelación o retraso (reglamento UE261 sobre los derechos de los pasajeros).
En un comunicado, la aerolínea irlandesa enuncia estas cifras en contraste con los 76,6 millones de pasajeros que viajaron en la aerolínea irlandesa en estos seis meses, un 6% más que durante el mismo periodo de 2017, y con unos ingresos de 4.790 millones de euros, un 8% más elevados que el año pasado. En este sentido, destaca un crecimiento del 27% (1.300 millones de euros) de los ingresos por servicios complementarios, es decir, el cobro por embarque prioritario, la reserva de asientos o el polémico cobro por llevar una maleta. De hecho, la ‘low cost’ ya cuenta con 50 millones de usuarios registrados en «My Ryanair».
Ryanair mantiene su horquilla de beneficios para el cómputo global del año entre los 1.100 y 1.200 millones de euros (después de bajarla un 12%).
Huelgas y Brexit
La compañía de bajo coste se enfrenta a 2019 como un año de inversión en personal, sistemas y negocio para crecer hasta los 200 millones de pasajeros y en el que habrá aumentos salariales del 20% para sus pilotos, asegura. Por su parte, la aerolínea dice que desde que «aceptó reconocer a los sindicatos en diciembre de 2017» ha avanzado mucho en las negociaciones con sus pilotos y tripulantes de cabina en países como Irlanda, Italia, Reino Unido y Alemania (TCPs) y con Portugal, donde llegó a un acuerdo la semana pasada…