San Diego ha luchado durante décadas por resolver el problema de la escasa capacidad de su aeropuerto que obligaba a la ciudad californiana a constreñir el número de vuelos y de destinos, con la consecuente pérdida de pasajeros y la reducción de la entrada de mercancías. Ha encontrado la solución del otro lado de la frontera. En Tijuana ha comenzado a construirse una pasarela de unos 155 metros de longitud que unirá su aeropuerto internacional con la localidad estadounidense, facilitando el flujo de pasajeros que evitarán, previo pago de unos 17 dólares, las largas colas en los pasos fronterizos. Las obras suponen la culminación de un ambicioso proyecto que cuenta con el respaldo de los Gobiernos federales de ambos países, con una inversión millonaria por parte de entidades mexicanas y estadounidenses y que espera estar en pleno funcionamiento a finales de 2014.
"Los viajeros provenientes de EE UU podrán facturar su equipaje en San Diego, pasar por el control de frontera y acceder a las terminales del aeropuerto de Tijuana", explica en conversación telefónica Cindy Gompper-Graves, directora ejecutiva de South County Economic Development Council, una de las entidades impulsoras de este proyecto. La iniciativa contempla, además de la pasarela, la construcción de una estructura en la zona de San Diego que albergará tiendas, restaurantes y el puesto de los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de EE UU (CBP), en sus siglas en inglés), encargados de la supervisión de los pasajeros que aterricen en México y crucen a California. Quienes quieran atravesar el puente deberán abonar una cantidad que oscilará entre los 15 y los 17 dólares por persona.
Esta proyecto binacional comenzó a gestarse hace unos 15 años y está financiado en su totalidad por capital privado. Del lado estadounidense se encuentra Otay Tijuana Venture, un grupo de inversión integrado, entre otros, por el magnate Sam Zell, propietario de The Los Angeles Times y The Chicago Tribune. La parte mexicana de las obras corre a cargo del Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP) que es el concesionario del aeropuerto internacional de Tijuana, General Abelardo Rodríguez. La iniciativa cuenta con elapoyo de los Gobiernos federales de ambos países y su primera fase costará alrededor de 50 millones de dólares -sin contar los 34,5 millones destinados a la…