Pasajeros del aeropuerto Simón Bolívar denuncian que es evidente el deterioro progresivo de las instalaciones del terminal, donde transitan a diario miles de personas, entre ellos turistas extranjeros.
Señalan que en no hay suficientes sillas para el gran número de pasajeros que utilizan las instalaciones en temporada alta. Los miembros de la familia Morantes debieron sentarse en el piso durante más de ocho horas para esperar por su vuelo. "No encontramos mejor lugar para el descanso, sobre todo cuando hay niños y personas de la tercera edad. Los limitados servicios de restaurantes inciden en la incomodidad de los pasajero", dijo Doris Morantes, que iba a Buenos Aires, Argentina.
Charles Delgado, un pasajero que iba a Chile, dijo que no se puede incentivar el turismo si la infraestructura del aeropuerto está deteriorada. "No se invierte en mejorar los servicios. En Margarita, la situación es peor porque sólo hay cuatro sillas en el aeropuerto internacional y la ocupan la Guardia. Aquà no hay dónde sentarse, y tuve horas esperando por el vuelo"…