Los pasajeros que sufren el estrés de volar, se aburren con las largas esperas o simplemente buscan disfrutar de las cosas buenas de la vida, cuentan desde este martes con un salón para yoga y meditación en el aeropuerto internacional O’Hare de Chicago.
El espacio, de unos 20 metros cuadrados, ubicado en un entrepiso de la terminal 3 ocupada por la compañía American, se ofrece ante las personas dispuestas a cumplir con la etiqueta del salón de yoga: quedan afuera los zapatos, comida y bebidas, y se apagan los celulares.
"El silencio es apreciado", advierte un cartel colocado sobre la puerta.
la sala cuenta con luz natural, paredes de colores suaves, piso de bambú, espejos en una pared, tapetes para ejercicios y un área para guardar artículos personales y vestimenta; así como un monitor donde se proyectan técnicas de yoga con sonidos relajantes.
En el interior hay cinco instructores disponibles para atender a quienes estén dispuestos a disfrutar de una experiencia que no tiene precio.
"Es muy agradable poder relajarse, especialmente cuando uno está retrasado o esperando un vuelo", declaró la instructora Becki Richards.
Para su colega Corey Kelly, es una "gran oportunidad de escaparnos de todo y practicar yoga".
El salón está disponible inclusive para quienes no practican los ejercicios de esa filosofía hindú para controlar cuerpo y mente, pero son invitados a "entrar, recostarse y cerrar los ojo", agregó.
El salón de yoga funcionará entre las 6 de la mañana y las 10 de la noche, todos los días.
La comisionada del Departamento de Aviación municipal, Rosemarie Andolino, expresó que la inauguración de la sala…