Alentados por un sentir patriótico y una resolución tenaz a conquistar los cielos, dos hombres se lanzaron al espacio hace exactamente un siglo para cruzar el Estrecho de la Florida y convertir a Cuba en el primer destino internacional de la aviación americana.
Este viernes se cumple el centenario de aquella proeza que pronto se registraría en la historia de la aviación como "el vuelo de los audace" por el peligro que representó la aventura aérea. Varias celebraciones tanto en Cayo Hueso como en Miami exaltarán este capÃtulo de los albores del siglo XX de sumo orgullo para los cubanos.
El 17 de mayo de 1913 unos 50,000 entusiastas se congregaron en el Malecón de La Habana para divisar la aparición en el horizonte del monoplano Morame Saulnier de Domingo Rosillo del Toro. Dos horas antes, el aviador había alzado vuelo con éxito desde Cayo Hueso, noticia que se dio a conocer en la isla con un cañonazo desde la fortaleza de El Morro. Al aterrizar en el aeródromo de Columbia, en la capital cubana, estableció el récord mundial de distancia y altura al volar más de 90 millas.
Mientras tanto, Agustín Parlá Orduña, su rival en la conquista de un primer premio de $10,000 ofrecido por el Ayuntamiento de La Habana, sufrió un doloroso revés en la hazaña que dos días más tarde también lo inmortalizaría al acuatizar en la Bahía del Mariel. Con una bandera a bordo que había estado en manos de José MartÃ, se vio obligado a desistir en el primer intento porque al despegar su hidroplano, el fuerte oleaje en los cayos dañó los alambres que aseguraban sus alas.
Albert Rosillo, hijo adoptivo del aviador pionero, recordó los relatos de su padre sobre el victorioso viaje.
"Después del vuelo vinieron las fiestas. Dio una vuelta por el Malecón de La Habana. Había una multitud; le levantaron los brazo", comentó el abogado retirado de 87 años quien reside en el oeste de Miami-Dade. "Luego fue al palacio presidencial a recibir las felicitaciones del presidente, y también del alcalde".
Hoy Albert Rosillo asistirá a una ceremonia vespertina en el Aeropuerto Internacional de Cayo Hueso que evocará el centenario del primer vuelto entre Estados Unidos y Cuba. Como parte del evento, se develará un busto de bronce con la imagen de su padre, figura un tanto olvidada en la terminal aérea.
"No es exactamente el equivalente de viajar a la Luna, pero para haber sido en aquellos tiempos, el vuelo sin duda está a la altura de un acontecimiento aeronáutico muy importante", observó el director del aeropuerto, Peter Horton.
La memoria de Domingo Rosillo también será honrada este lunes en el Aeropuerto Internacional de Miami, donde se colocará una placa con su nombre en una pared del pasillo E que también rinde tributo a otros destacados aviadores de la historia como Amelia Earhart.
En el Instituto San Carlos de Cayo Hueso se conmemorará la fecha con una exhibición de sellos en los salones del museo. El domingo se ofrecerá un programa de actividades para marcar el aniversario de la muerte de José Martà y la independencia de Cuba.
Rafael Peñalver, presidente de la institución, subrayó que el vuelo de los audaces, dio alas al pueblo cubano.
Foto: Jose A. Iglesias / José A. Iglesias