El próximo miércoles arrancará en nuestra capital el VII Congreso Argentino de Tecnología Espacial, un acontecimiento casi único en el ámbito cientÃfico latinoamericano, organizado por la Asociación Argentina de Tecnología Espacial (AATE) y la Universidad Nacional de Cuyo, con el auspicio del Gobierno provincial.
Una de las instituciones convocantes, la AATE, es presidida por el ingeniero aeroespacial, Pablo de León (48), investigador de proyectos financiados por la NASA, como el prototipo de trajes espaciales para misiones tripuladas al planeta Marte.
El profesional se refirió, en diálogo telefónico con Los Andes, a la importancia de la reunión, que se hará en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNCuyo.
«Este encuentro -dijo por teléfono desde Buenos Aires- es el único evento en la temática espacial en Latinoamérica, que reúne a especialistas argentinos en la temática espacial y algunos de la región. En otros países se anuncia como «el evento espacial en Latinoamérica».
El último se hizo en San Luis. Para el congreso de Mendoza fueron determinantes las gestiones del secretario de Relaciones Institucionales de la UNCuyo, Adolfo Cueto y el especialista mendocino en aeronáutica Gustavo Marón.
-¿Qué importancia tiene Mendoza en esta especialidad?
-Es una provincia con una tradición espacial destacada. Ustedes tuvieron a Teófilo Tabanera (1909-1981), pionero de la astronáutica en el país. En 1949 fundó la Sociedad Argentina Interplanetaria, la primera organización de estudios espaciales en Latinoamérica y también presidente de la Comisión Nacional de Investigaciones Espaciales (CNIE), la primera agencia espacial de la región. Tabanera convenció al ex rector de la Universidad Nacional de Cuyo, Irineo Cruz, y juntos fundaron el Instituto Argentino de Astronáutica, que ya no existe más.
De los ’50 a los ’70
-¿Dónde está ubicada la Argentina en el campo de la tecnología espacial?
-Fue el país que mayor tradición tuvo en la temática espacial, al comenzar a trabajar en 1947 con el desarrollo de motores cohetes. En los años ’50, "™60 y hasta los ’70, (el país) tuvo una impronta en la industria espacial muy grande. Hay que recordar que la Argentina desarrolló por entonces aviones a reacción como el Pulqui, convirtiéndose en una de las pocas naciones en el mundo (la novena, en realidad) que fabricaba jets, y la primera en Latinoamérica.
En los años ’60 y ’70 llegó a tener una familia de cohetes, situación que se prolongó hasta 1990, que es cuando se cancela el proyecto Cóndor (misil balístico y futuro lanzador de satélites). A partir de ese momento hubo un decaimiento de la actividad espacial en la Argentina bastante pronunciado. En algún sentido, con la fabricación de satélites cientÃficos, se retomó un poco la gestión, pero falta mucho para recuperar la capacidad perdida en materia espacial.
-¿Cuál es la naturaleza de su trabajo en Estados Unidos?
-Soy investigador de proyectos financiados por la NASA. Estoy basado en Dakota del Norte (junto a la frontera con Canadá). Mi área de investigación durante los últimos 20 años ha sido los vuelos espaciales tripulados y en particular, el desarrollo de trajes espaciales avanzados para misiones a la Luna y Marte. Es mi especialización como director de un laboratorio de trajes para superficies planetarias, en la Universidad de North Dakota, que trabaja con fondos de la NASA.
El cientÃfico, nacido en Cañuelas, provincia de Buenos Aires, está involucrado ahora en un proyecto grande, que es el desarrollo de una pequeña base lunar, que incluye un hábitat inflable; un vehÃculo motorizado a ruedas (rover) y trajes espaciales.
-¿En qué estado se encuentra la misión tripulada a Marte?
-La NASA tiene a Marte como un objetivo importante, porque ese planeta, por muchas razones, se parece mucho a la Tierra. Después del programa Apolo, los cientÃficos de la NASA pusieron su interés en el planeta rojo porque las diferentes sondas robóticas enviadas a esa superficie, indican que es el más interesante. Hay una serie de planes para misiones, pero por supuesto, esto depende más de decisiones políticas que las técnicas.
La técnica para llegar a Marte ya existe desde hace tiempo, y entonces (viajar) a ese planeta tiene que ver con determinaciones que se toman a nivel político. Se están preparando exploraciones con robots, pero todavía no hay una fecha para una misión tripulada.