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El somelier con la tarea de difundir los vinos de Chile en la capital del mundo

Cuando se trata de venderles los vinos de Chile a los somelieres de Nueva York, quizás no haya nadie mejor que Héctor Vergara, oriundo de Santiago y somelier experto.

Vergara visitó la Gran Manzana hace poco para educar a los somelieres de la ciudad sobre vinos chilenos y quizás para alentarlos sutilmente a sumar un puñado de ejemplares a sus listas. Realizó degustaciones y seminarios educativos, y ayudó a juzgar un concurso de bares de vinos chilenos que duró 10 horas.

Veinte somelieres de Nueva York participaron en equipos de cuatro. Su misión era recrear Chile con comida, vino y diseño. El equipo ganador volará a Chile en la aerolínea chilena LAN, que patrocinó el concurso y los seminarios. La competencia se realizó al día siguiente de mi encuentro con Vergara en Puro Wine, una tienda de vinos chilenos.

Rara vez veo vinos chilenos en las cartas de los restaurantes de Nueva York y Vergara confesó que tampoco había visto muchos vinos de su país, pero pensó que se debía a que los vinos chilenos no apuntaban particularmente bien al público indicado.

«No estamos en los lugares adecuados», dijo el especialista. «Estamos en supermercados pero no en restaurantes». Vergara creyó que esto tenía mucho que ver con percepciones del consumidor sobre los vinos: alto calibre, bajo costo. Los vinos chilenos cuestan alrededor de US$10 o menos por botella en Estados Unidos.

«Cuando Chile ingresó al mercado, apuntó a ofrecer gran calidad por el precio», explicó.

Los Sauvignon Blanc chilenos probablemente fueron el mejor ejemplo de este hecho, agregó Vergara, quien había traído un Sauvignon Blanc "”el Montes Sauvignon Blanc 2013"” para que yo probara. «Es muy fresco y crujiente», dijo Vergara.

Sin dudas, el vino era fresco y con un agradable grado de acidez, y además tenía un muy buen precio, US$14 la botella. Pero nadie, incluidos los chilenos, quieren pagar mucho por un Sauvignon Blanc, sin importar lo bien hecho que esté, se lamentó.

Vergara está a cargo de la selección de vinos de LAN desde hace más de 20 años, desde que regresó a Chile tras vivir en el extranjero. El proceso de selección de los vinos que sirve la aerolínea en su clase más alta es riguroso.

«Recibimos 600 vinos para probar. Los reducimos a 300 y luego a 30 vinos», dijo.

Vergara, de 65 años, dejó su patria hace más de 40 años durante la dictadura militar de Augusto Pinochet. Conocía a muchas personas que fueron encarceladas por sus creencias polí­ticas y decidió irse ya que su «inglés era lo suficientemente bueno».

Vergara se mudó primero a Londres, donde se convirtió en somelier experto. Luego se trasladó a París, donde conoció a su esposa. La pareja se mudó a Toronto, aunque Vergara dice que le hubiera gustado terminar en Nueva York. Su esposa, sin embargo, no creía que la capital del mundo fuera un buen lugar para criar niños y entonces eligieron Toronto. Pero Vergara conservó la ciudad en su corazón. «Hay dos ciudades que amo por el vino: Londres y Nueva York», sostuvo. Ahora, Vergara vive en Chile, donde también es socio de una tienda de vinos en Santiago. Ha sido testigo de cómo muchos visitantes a Chile descubren los vinos del país al entrar en su negocio…

Imagen:Â Steve Remich for The Wall Street Journal

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