Para el año 2020, la meta a nivel mundial es generar que la demanda total de combustible producido, el 15 por ciento sea biocombustible, es decir 40 millones de litros, mientras que para el año 2050, alcance el 50 por ciento.
Esto podría lograrse de acuerdo a la disponibilidad de materia prima, la tecnología que permita la generación de la turbosina en esa escala y un sistema de distribución de consumo, señaló en entrevista, el director del Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Hidalgo (Cocyteh), José Alonso Huerta Cruz.
Puntualizó que generar biocombustible no sólo representa ahorros económicos para las líneas aéreas, sino que el principal beneficio es reducir los daños al impacto ambiental.
Recordó que hace unos días Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) y el gobierno del estado definieron el Plan Estratégico y Trazo de Ruta que permitan proponer las acciones a realizar para lograr la producción de biocombustibles de aviación en Hidalgo.
«Hidalgo cuenta con las condiciones propicias para desarrollar un proyecto de este tipo al contar con las fortalezas de la cadena de valor desde la materia prima, producción de biomasa, refinación y distribución, lo que convierte en Plan de Vuelo Hidalgo», resaltó.
Actualmente, el único proveedor de combustible de aviación en México es ASA, organismo que desde el 2011 realizó este proyecto y eligió a Hidalgo por contar con características potenciales como su posición estratégica geográfica e infraestructura industrial para el desarrollo y crecimiento de biocombustibles sustentables.
ASA ha impulsado 36 vuelos en el país utilizando biocombustible, además de realizar estudios para determinar las posibilidades de alcanzar la meta aspiracional definida por la…
