Viajar en avión puede ser, para muchas personas, un motivo de angustia debido al miedo o a la fobia a volar. Sin embargo, la ansiedad que se podría generar al estar a miles de metros de altura se puede reducir con pequeñas acciones o estrategias que permitirán al viajero una travesía cómoda, tranquila y sin mayores sobresaltos.
Uno de los detalles más importantes de antes de abordar un avión es sentirse completamente cómodo y relajado. En ese sentido, se recomienda llegar con mucho tiempo al aeropuerto para hacer todos los trámites de embarque con tranquilidad y evitar la angustia y el estrés.
Si la aerolínea lo permite, ingresar al sitio web de la compañía y realizar el check in con varias horas de anticipación puede ayudar. Este sencillo procedimiento evita que, por ejemplo, el viajero vaya sentado en el asiento del medio. Los mejores lugares son el del pasillo y el de la ventanilla.
VIAJAR CÓMODO Y RELAJADO
Otro punto a tener en cuenta es el de la ropa. La idea es viajar con indumentaria cómoda, que permita la movilidad y que no obstaculice la circulación sanguínea.
Es bueno también levantarse de vez en cuando si el vuelo es muy largo, para mover un poco los brazos y las piernas.
Respecto de la valija, tratar de llevar estrictamente la cantidad de ropa necesaria para los días de estadía en el destino. Hay elementos que no es necesario llevar, como secadores de pelo o planchas para la ropa, pues los hoteles usualmente los ofrecen en la habitación o por pedido.
Cabe recordar que un maletín de mano no debe exceder el tamaño ni el peso permitidos por la aerolínea (esa información está en internet). Si se trata de equipaje por carga, el peso máximo, sin multa por exceso, es de 23 kilos (puede variar, dependiendo de la aerolínea) y de hasta 45 kilos si paga el sobrecupo.
Por otro lado, dormir o buscar algo de distracción y recurrir a libros o películas hará que el tiempo en el aire se pase más rápido.
Otra buena idea puede ser la música. Llevar una buena selección de música relajante para escuchar durante el vuelo, especialmente en el despegue y el aterrizaje, los momentos que normalmente provocan más estrés, es muy recomendable.
TENER ACTITUD POSITIVA
Ya en el avión, es necesario dejar de lado los comentarios negativos y evitar los excesos de alimento y bebida. Una copa de vino puede ayudar a acabar con las tensiones, pero el abuso de comida y de alcohol puede generar malestar.
Por otro lado, los aviones pueden temblar al atravesar zonas de inestabilidad. Por eso siempre es recomendable mantener el cinturón de seguridad…