El día de ayer, Benjamin Smith asumió de forma oficial el puesto de presidente ejecutivo de Air France-KLM, tras haber sido elegido por la junta directiva del consorcio europeo el pasado 16 de agosto.
Smith trabajó previamente como el jefe de operaciones de Air Canada, y a partir de ahora se encargará de la administración ejecutiva y de establecer la estructura organizacional de Grupo Air France-KLM.
“Estará a cargo y tendrá como prioridad revitalizar a Air France, darle un nuevo impulso estratégico al Grupo y trabajar en un nuevo enfoque de liderazgo con todos los equipos”, señaló la compañía en un comunicado.
Desde mayo, el cargo recayó de manera interina en la francesa Anne-Marie Couderc, quien fue elegida de emergencia luego de la renuncia imprevista del antiguo presidente, Jean-Marc Janaillac, sumido en una crisis laboral con los trabajadores de Air France.
La elección de Smith –canadiense– para encabezar el grupo de aerolíneas franco-holandés no fue bien recibida entre los sindicatos de pilotos de la aerolínea francesa.
Philippe Evain, presidente del Sindicato Francés de Pilotos de Líneas Aéreas (SNPL, por sus siglas en francés), señaló en redes sociales que Smith no era una solución sino más bien una equivocación, al mantener en sus cargos a todos los que con sus errores han puesto a Air France en su predicamento actual.
A lo largo del año, tanto pilotos como sobrecargos y personal en tierra de Air France han buscado un aumento salarial del 6% tan sólo para 2018, lo que ha derivado en distintos paros laborales que han causado pérdidas por más de 300 millones de euros, además de la salida de Janaillac…