Ustedes saben que TuiFly, la filial de aviación del grupo alemán, antes llamada Hapag Lloyd, había llegado a un acuerdo con Air Berlín para crear una línea aérea turística. Y saben también que el proyecto se vino abajo hace unas semanas, sin que se explicara con detalle la razón del fracaso. Pues ahora Tui acepta que ha vuelto a la mesa de negociación con Air Berlín y Niki, a ver si con otras bases se puede reconstruir el proyecto. En este caso, Tui tendría o bien la mayoría del capital o bien la propiedad total.
El gran problema es que el mayorista alemán no cree que tenga sentido ampliar la capacidad con la que opera desde Alemania, lo que hace inviable la operación para Air Berlín y Niki y, sobre todo, para Etihad, el propietario del golfo Pérsico, que tiene el 30 por ciento del capital de Air Berlín.
El proyecto que finalmente no se concretó preveía que la fusión de TuiFly y Niki tuviera sólo 60 aviones, con Niki al frente del 50 por ciento del capital y Tui y Etihad del 25 por ciento cada uno. El problema es que sacar a Niki del entramado societario de Air Berlín, con la que tiene mil acuerdos cruzados, es complejo y farragoso, lo cual desanima la idea de Tui de asumir un papel mayoritario…