De acuerdo con la Comisión Reguladora de Energía (CRE) el incremento en el precio total de la turbosina será de 0.34% con la aplicación de las nuevas tarifas reguladas de almacenamiento para Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), ya que únicamente incrementó 1.1% de lo que corresponde al almacenamiento, que es 30% del precio final.
A pesar de las denuncias por parte de distintas cámaras respecto a que la medida orillará a incrementar los precios de los vuelos, Anasol Muñoz, titular de la Unidad de Petrolíferos de la CRE, explicó a El Economista que las nuevas tarifas se elaboraron con la contratación de una consultoría independiente que desagregó los costos que ASA no presentaba; posteriormente, se buscó alinear las tarifas con distintas prácticas internacionales hasta encontrar una tarifa eficiente de 0.150 pesos por litro en promedio para todos los aeropuertos.
Este promedio es 52% inferior al observado en el promedio internacional. Por ejemplo, en Río de Janeiro a 0.191 pesos por litro, en Cali a 0.626 pesos por litro y en Bogotá llega a 1 peso por litro, mientras que en otros aeropuertos, como Amsterdam, asciende a 0.126 pesos por litro, por mencionar algunos.
Las tarifas fueron elaboradas para que finalmente los compradores de turbosina, que son las aerolíneas, puedan elegir mejores condiciones para adquirir el combustible y para ello era necesario que cuenten con disponibilidad para almacenarlo, explicó la directora de la CRE. A la vez, ASA integrará estas tarifas a uno de los eslabones de la cadena comercial de la turbosina, que consiste en la compra al productor, transporte, almacenamiento y, finalmente, venta a usuarios de aeronaves.
Antes de la reforma energética, el noveno transitorio de la Ley de Aeropuertos indicaba que sólo la paraestatal ASA podía comercializar turbosina en el país. Esta disposición fue derogada y la Ley de Hidrocarburos ordena que el almacenamiento de petrolíferos en el país es de acceso abierto y uso común siempre y cuando el dueño de la infraestructura cuente con capacidad remanente y quien adquiera capacidad pueda comprobar que tiene usuarios asegurados contractualmente.
Temporadas abiertas
ASA tiene 400 días para presentar sus propuestas de temporada abierta en los distintos aeropuertos del país. Sólo las instalaciones de la Ciudad de México y Cancún tienen problemas de capacidad, mientras que en el resto del país la infraestructura de almacenamiento de turbosina está sobredimensionada con hasta 300 días de inventarios, por lo que cada tarifa fue diseñada para reflejar los costos de operación eficiente de cada aeropuerto y a su vez otorgar a ASA un ingreso adicional por arrendar capacidad de sobra. Los primeros sitios donde las aerolíneas podrán comprar directamente a los refinadores la turbosina y lograr que se entregue en las terminales donde apartarán almacenamiento serán los cercanos al Golfo Norte, a la frontera estadounidense y la península de Yucatán.
Subasta de Pemex para almacenamiento
Queda desierta una vez más temporada abierta de ductos
Petróleos Mexicanos (Pemex) Logística no recibió ninguna propuesta para la subasta de capacidad de almacenamiento en el Sistema Pacífico-Golfo, por lo que fue declarada desierta.
Esta temporada abierta constaba de ocho terminales de almacenamiento de combustible en Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Tabasco. En Pacífico-Golfo, Pemex puso a concurso 1.4% de su capacidad, que suma 241,086 barriles disponibles en las terminales de Lázaro Cárdenas, Uruapan, Acapulco, Iguala, Oaxaca, Tapachula II, Tuxtla Gutiérrez y Villahermosa. En este último procedimiento de temporada abierta se puso a disposición un total de 97,013 barriles mediante la modalidad de uso común o arrendamiento por contratos de oportunidad a corto plazo, mientras que los restantes 144,073 barriles están disponibles en la modalidad de temporada abierta por un plazo mayor, que en los procesos anteriores se ha fijado en tres años…