Al CEO de Turkish Airlines, Temel Kotil, le pone contento ver que el número de adinerados aumenta en el mundo. "Los asiáticos se están haciendo ricos. Y eso es bueno para nosotros, porque viajan. Si la gente viaja, nosotros lo disfrutaremo", dice.
A Kotil, que recibió a Capital y a otros medios españoles hace unas semanas en su sala de reuniones en Estambul, se le ve optimista. La ubicación de la capital turca es perfecta para conectar a los viajeros de negocios que quieran ir a Asia. Y su compañía ha estado aumentando su red de vuelos para situarse como la aerolínea que más conexiones tiene en el mundo. Casi desde donde quieran, pueden llegar a Estambul, y de ahÃ, a Asia. Por poner un dato, su número de destinos ha crecido de 202 en 2012 a 233 en 2013, con el objetivo de llegar a los 265 en 2014. Su presencia en los cinco continentes facilita a los clientes la movilidad con cualquier lugar.
Turkish Airlines no es la primera aerolínea del mundo, pero está creciendo como la espuma. En la actualidad, es la decimoquinta compañía global en número de pasajeros, la decimosegunda en ingresos y la quinta en beneficio operativo. Por supuesto, es la primera empresa turca en volumen de exportación y sin duda la firma más global de una economía que crece.
El gran estirón de Turkish se ha dado, sin duda, después de su privatización. Fundada en 1933, fue propiedad del Estado hasta 2003. Desde 2006, el 49% de las acciones sigue en manos públicas, y el 51% cotiza en el mercado bursátil de Estambul. Para Kotil, la liberalización ha sido clave: "Si el Estado se introduce en tu negocio, estás muerto. Te protege, pero te mata. Es como si pones unas flores en esta sala. Las mantienes. Nadie las daña. Pero se morirán en unos días. Si las pones fuera, cogerán salud", dice.
Si la aerolínea va bien, el país lo notará. Seguramente, éste fue un motivo para su privatización. "Cuando nuestros ingresos suben, la contribución a la economía turca se multiplica por cinco. Es mejor que el Gobierno no proteja a la aerolínea", añade Kotil. Al mismo tiempo, el CEO admite que el papel de los organismos públicos es fundamental para que la aerolínea funcione. "Ayuda en la regulación y en las infraestructuras. Ha bajado los impuesto", señala. De hecho, en Estambul se está proyectando el que a día de hoy sería uno de los mayores aeropuertos del mundo, con nada menos que seis pistas. Aunque está lejos de las doce previstas para un aeropuerto de Pekín, no cabe duda de que sería un buen avance.
En opinión de Kotil, la clave para que todo vaya bien en esta nueva etapa está en que cada accionista, incluido el Gobierno, haga su parte, sin interferir en la del otro. Y la parte de la compañía pasa en buena medida por abrir nuevos destinos. Una de las regiones que más ha crecido en tráfico de pasajeros ha sido Ãfrica, uno de los lugares donde más claramente ha puesto el foco Turkish Airlines. "Llevamos volando a Mogadiscio desde hace diecinueve años. Ganamos dinero en Somalia, a pesar de que es el país más pobre del mundo", dice Kotil. El CEO está orgulloso de esta gestión, porque "Ãfrica es el futuro. Había que ir allí antes de que estuvieran desarrollados. Ahora nos aman, porque les hemos conectado al mundo. Les ayudamos y ellos nos ayudan", dice. Por lo que se refiere a Oriente Medio, Kotil está encantado con la región, por la opulencia con la que viven. "Tenemos mejores conexiones con la zona que otras aerolínea", afirma. En cualquier caso, la mayoría de los ingresos sigue viniendo de Europa -el 32%-. En España, Turkish tiene vuelos a Madrid, Barcelona, Bilbao, Santiago de Compostela, Valencia y Málaga. Las perspectivas de la compañía pasan porque la situación cambie en los próximos veinte años. Según un informe de Boeing, Asia será el mercado más lucrativo en 2032. "Hasta hace poco, Europa era el centro de la industria de las aerolíneas. Después de 2020, se moverá a ciudades del Este, como Estambul, Doha, Abu Dhabi y Dubai, que jugarán un papel clave como nuevos centros de atracción", añade Kotil.
Con este panorama, el CEO va haciendo crecer la compañía. Tratando de ajustar los costes, abriendo nuevas rutas, cuidando al pasajero como no se hacía antes de la gestión privada"¦ La aerolínea cuenta con unos 23.000 empleados. 2.000 de ellos son pilotos, que cobran "un sueldo suficiente". El equipo de atención de cabina, según Kotil, está mejor remunerado que en las aerolíneas americanas. La empresa gasta 500 millones de euros en comida para los viajeros, como un modo de mostrarles su cuidado.
Todo esto está muy bien, pero Turkish Airlines deberá ser bien gestionada si quiere tener un futuro brillante. "Desde un punto de vista operativo, sigue siendo un éxito. Los ingresos aumentan este año de nuevo más de un 20%, y la ocupación también crece", señalan desde Centre for Aviation (CAPA), líder mundial en análisis sobre el negocio aéreo. "Sin embargo, la caída en el margen operativo en 2014 y unas previsiones inciertas de cara a este año muestran que no está tan claro que vayan a tener un crecimiento sostenido en sus beneficio", añaden.
Ojo, pues, a estos comentarios. Aunque las ventajas que apuntaba Temel Kotil son ciertas y pueden cumplirse, desde CAPA llaman la atención sobre algunos datos que la compañía debería tener en cuenta. "El margen operativo se ha ido erosionando, desde su pico del 11.8% en 2009 al 5,8% en 2013". "La rápida expansión está poniendo presión en el balance de la compañía. La deuda se ha incrementado en casi un punto y medio, y está ya en los 4.766 millones de dólare". "La caja se ha quedado en 647 millones de dólares, una cantidad equivalente a 27 días de ingresos. Es el menor colchón de efectivo en al menos ocho año". "El crecimiento de los costes supera al de los ingresos desde 2009. La previsión de la compañía es que los costes sigan estando por encima de los ingresos en 2014. El beneficio real será un desafío este año".
Aunque son signos preocupantes para la compañía, desde CAPA también resaltan aspectos positivos. "Pese a la variabilidad de sus beneficios, Turkish Airlines es uno de los pocos operadores europeos que no ha perdido dinero desde que empezó la crisi", señalan. "El porcentaje de ocupación de los aviones ha crecido dos años consecutivos por primera vez desde los años 2007-2008, y se está acercando a la media de las…