Cinco meses después de que se perdiera el contacto con el Boeing 777 de Malaysia Airlines, no se tiene ni rastro de él. La industria de la aviación debe abordar cómo impedir que esto se repita en un futuro.
El destino del Boeing 777, que, el 8 de marzo, despegó de Kuala Lumpur a Beijing con 239 pasajeros a bordo, sigue siendo un misterio. La búsqueda se reanudará en septiembre, porque sin los restos es imposible determinar lo que sucedió.
Pero, ¿cómo puede desaparecer un avión cuando todo está interconectado? Para el experto en aviación ChrisYates, es porque la industria aeronáutica no está a la vanguardia en tecnología de rastreo y seguimiento de sus aviones. Según señaló Yates a Deutsche Welle (DW), la tecnología está disponible, pero pasarán años y décadas hasta que llegue a los aviones. Por un lado, la normativa aérea es muy estricta, ya que cada error puede tener consecuencias fatales.Por otro lado, está el tema de los costes.
Grupo de trabajo sobre seguimiento
Sin embargo, la industria está dispuesta a impedir que sucesos como el e MH370 se repitan. La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), que representa a unas 240 aerolíneas, afirmó a DW, que se hará cualquier cosa para evitar que desaparezcan aviones o no puedan ser localizados. Un equipo de especialistas trabaja en la elaboración de una serie de recomendaciones de cara al seguimiento de las aeronaves.
El experto Heinrich Großbongardt aseguró que las autoridades de aviación europea y de Estados Unidos también están trabajando en una nueva operativa de la grabadora de datos en vuelo y el registrador de voz de cabina (conocidos como cuadro negro), que «incluirá una batería más duradera y una señal acústica mejorada, que facilitará su localización bajo el agua».
La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) comentó que debería aumentarse de 30 a 90 días el tiempo de transmisión del dispositivo de detección submarina (ULD), que el ULD de los aviones transoceánicos debería tener más alcance y que habría que incrementar hasta 20 el número de horas de grabación. También se discute la mejora de la radiobaliza que, en caso de accidente, envía automáticamente una señal de llamada de emergencia a una red de satélites. Großbongardt opina que pasarán cuatro o cinco años hasta que estas cajas negras mejoradas se usen en vuelos de larga distancia.
Océanos y zonas remotas
La operadora de satélites Inmarsat consideró necesario el seguimiento de todas las aeronaves, especialmente, cuando vuelan sobre el mar o en espacios que no están al alcance de los sistemas de radares terrestres. La compañía también se refirió a la posibilidad de un cuadro negro "en la nube", que, en caso de un suceso crÃtico, transmitiera a tierra datos del vuelo.