Viajar en avión permitía hasta hace poco permanecer aislado. Para algunos esta idea resultaba estimulante ya que por algún tiempo, se olvidaban del mundo, de los correos, del Whatsapp y las llamadas telefónicas.
En el avión se puede dormir, leer, ver una película y hasta trabajar, lo que algunas veces puede ser más fácil que en tierra, ya que se puede mantener el ritmo de trabajo sin necesidad de interrupciones. Pero también, el ritmo actual de negocios, no permite que las personas estén en horas de trabajo aisladas, por lo que muchos necesitan tener la conectividad de tierra pero a más de 10 mil pies de altura.
Actualmente, algunas aerolíneas ofrecen el servicio de wi-fi, que se inicia cuando el avión llega a una altitud de velocidad crucero o cuando lo permita el capitán. El periodo en el cual no se usa es primordialmente el despegue y en el aterrizaje.
El uso no es gratuito y cada aerolínea basa sus tarifas de distinta forma:
"“ Por hora
"“ Por vuelo
"“ Por MB transmitidos
También hay países que no permiten que se ofrezca el servicio en vuelos mientras se cruza su espacio aéreo, como China o Corea del Norte, que al llegar a su frontera aérea, el avión suspende automáticamente las conexiones de Wi-fi.
El servicio mejora cuando se vuela sobre tierra, ya que además de utilizar satélites, se usan estaciones terrenas que funcionan como las antenas de celulares. No así en el océano, que se requiere solamente satélites cuya conexión es inestable.
El pago se hace a través de una tarjeta de crédito y el servicio, aunque se ofrece por una aerolínea, es en realidad proporcionado por un tercero que es quien realiza el cargo.
Antes de viajar, revise en el Portal e internet de la aerolínea si cuenta con este servicio, el cual puede estar sujeto a tipo de avión y ruta…