Por primera vez en años, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes hace un compromiso para consolidar una política aeronáutica del gobierno federal. En esta ocasión, fue la subsecretaria de Transportes, Yuriria Mascott, quien en representación del presidente Peña Nieto y del titular de la SCT, Ruiz Esparza, asistió el jueves pasado a la Asamblea Conmemorativa del 68 aniversario de la fundación del Colegio de Pilotos Aviadores de México.
Añadió que esta política se establece en 6 ejes: máxima seguridad en la prestación de los servicios aéreos, donde se incluye la creación de las agencias de Transporte Aéreo y de Investigación de Accidentes; desarrollo regional con el fortalecimiento de la red aeroportuaria nacional; impulso a la conectividad internacional siempre "“dijo-: "reitero SIEMPRE" procurando ampliar la participación de la aviación mexicana en otros mercados y en armonía con los trabajadores, los colegios y en especial el Frente para la Defensa de la Aviación Nacional que precisamente ese día fue anunciado por el presidente del Colegio de Pilotos Aviadores, Miguel Angel Valero.
En este punto, Mascott puntualizó su coincidencia con las motivaciones del frente recién creado, es decir: no a los cielos abiertos y sí privilegiar el desarrollo nacional.
Los otros tres ejes se refieren a la infraestructura, en particular aeropuertos y plataformas logísticas en el centro del país, como el Nuevo Aeropuerto.
Este anuncio, hecho por la subsecretaria en este preciso momento, es fundamental debido a las muchas señales en contrario que se habían estado recibiendo en el ámbito aeronáutico. Al parecer, con muchas presiones de por medio, se especuló que el acuerdo bilateral con Estados Unidos firmado en noviembre pasado, se modificaría en reuniones secretas hasta confeccionar un acuerdo de cielos abiertos que dejaría en la indefensión a las aerolíneas nacionales.
Afortunadamente, la declaración de la subsecretaria que, como ella misma advirtió, venía con la representación presidencial, dejó en la palestra el compromiso del gobierno de la República para que la industria aérea nacional se consolide con los términos que se negociaron originalmente en el acuerdo bilateral de noviembre, el cual acota el otorgamiento de quintas libertades y trae implícito el compromiso para que las alianzas entre aerolíneas mexicanas y estadounidenses accedan a la Inmunidad Antitrust en Estados Unidos.
Por otra parte, es de suma importancia el que se consideren ya algunos ejes de política de Estado para el sector transporte aéreo, pues el establecimiento de una política explícita ha sido una demanda de los trabajadores de la aviación con el fin de otorgar certidumbre y solidez tanto a los inversionistas como a los propios profesionales de la aviación en el país.
Por estos días también nos enteramos del nombramiento de Roberto Kobeh González como nuevo director del Seneam. Sabemos que la probada capacidad de este mexicano que ha llevado tan lejos en el mundo de la aviación el nombre de México será garantía de un futuro muy halagüeño para los servicios del tránsito aéreo. Por su parte, Claudio Arellano deja el Seneam y se hará cargo de desarrollar los servicios de capacitación en el Centro Internacional de Instrucción de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (CIIASA), un proyecto que ha empujado con mucha fuerza el director de ASA, Alfonso Sarabia de la Garza.
Este es, sin duda, un reto muy grande pues se trata de integrar las actividades del antiguo CIAAC, las que venía desarrollando ASA, los simuladores de vuelo que pondrá Airbus y la capacitación de nuevos controladores de tránsito aéreo, tan necesarios para el país.
Lo oà en 123.45: Además, se debe investigar y hacer justicia en el caso de Mexicana de Aviación: anular las irregularidades, castigar a los responsables y resarcirle a los trabajadores su patrimonio.
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