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Desbloqueando el valor de la aviación en El Caribe, columna de opinión IATA

Este año la industria aérea mundial transportará 3,3 mil millones de pasajeros y 52 millones de toneladas de carga. A nivel mundial, la aviación aporta empleos para 58 millones de personas y significa un tercio de los bienes de mercado (por el valor) que se comercializan internacionalmente. Desempeña, además, un papel único en la conexión de los negocios de los mercados, uniendo familias y amigos, acercando a las personas para resolver problemas, fomentando el entendimiento y desarrollando ideas globales. También es un potente activador del crecimiento económico, el empleo y el turismo.

En ninguna parte es esto más evidente que en El Caribe.

El transporte aéreo es una línea de vida en nuestra región y también es el modo preferido de transporte de uno de nuestros activos económicos más importantes: los visitantes extranjeros. El turismo es un negocio global y altamente competitivo, y muchas naciones del mundo están luchando por los mismos dólares de los turistas que El Caribe necesita atraer. El turismo y el sector de la aviación facilitan y apoyan casi 1 millón de puestos de trabajo y contribuyen con USD 14,8 mil millones, aproximadamente el 8,7% del PIB de la región. Si bien este aporte es significativo, podría ser mucho más. Los onerosos impuestos y cargos que la mayoría de los países en El Caribe imponen a los viajeros y las líneas aéreas, hacen de la región un destino muy caro y un lugar difícil para que las aerolíneas realicen negocios. El resultado es que la aviación no es capaz de desempeñar un papel más importante en ayudar a crecer las economías locales y estimular la creación de empleo.

Hay docenas de diferentes tipos de impuestos y tasas en El Caribe, algunos tienen el propósito de fomentar el turismo, pero esto no tiene sentido, ya que provocan exactamente lo contrario, ya que los impuestos perjudican al turismo y la economía de los estados que los imponen. Lo mismo pasa en el caso de los cargos a los usuarios, los que en muchos casos no tienen relación alguna con los servicios prestados por las aerolíneas.

El verdadero aporte de la aviación a las arcas de los gobiernos pasa por su capacidad de catalizar la actividad económica y estimular el empleo, enfocándose en los ingresos y considerando que una red de impuestos sofoca el potencial económico de la región.

A modo de ejemplo, y tomando las islas en su conjunto, cada $1 de impuesto sobre los billetes podría llevar a:

"¢ Sobre 40.000 visitantes extranjeros menos.

"¢ 20 millones de dólares menos de gasto turístico.

"¢ 1.200 empleos menos.

Por estos motivos, no es una sorpresa que la industria turística de la región y muchos de sus líderes polí­ticos estén fuertemente alineados con este enfoque. El Caribbean Hotel & Tourism Association elogió recientemente el comunicado del primer ministro de Bahamas y presidente saliente de CARICOM Perry Christie, quién señaló que «el desarrollo del turismo y todo lo que implica, es el camino más rápido para reducir el desempleo en nuestra región y el camino más rápido a la reducción de las cargas de la deuda que aterrorizan a las próximas generacione". En el mismo discurso, Christie añadió que «con impuestos en algunos casos, en El Caribe, sobre los tickets de avión cercanos al 65% del total de su valor, no se puede afirmar que los beneficios sociales y económicos derivados de los mayores volúmenes de visitantes, excedan los impuesto".

La buena noticia es que la aviación es una industria en gran medida estandarizada y con muchas referencias mundiales para guiarnos. IATA insta y recuerda a las autoridades a que se adhieran a los principios fundamentales establecidos por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).

También hay muchos buenos ejemplos para seguir de países que reconocen los beneficios económicos de la conectividad y que han fomentado una industria de la aviación dinámica y próspera no atándola a impuestos y regulaciones onerosas. En lugares como Dubai, y más cerca de casa, Panamá y Chile, los gobiernos tratan a la industria aérea como un socio, obteniendo como resultado los beneficios económicos y sociales únicos con una conectividad aérea robusta.

IATA es un firme creyente de que una unión de mutuo beneficio es un elemento clave en la conformación de resultados positivos y, personalmente, estoy seguro de que si los gobiernos del Caribe fortalecen su vínculo con la industria de la aviación, vamos a generar el crecimiento económico que ésta nos puede ofrecer. He visto cómo la aviación ha cambiado la vida para mejor y dado prosperidad en los países donde ha encontrado el apoyo, y estoy convencido de que podemos lograr lo mismo en nuestra región. Por eso, estoy dispuesto a ofrecer mi apoyo personal y el de IATA para ayudar a lograr esto en El Caribe.

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