Ayer se cumplieron 140 años del nacimiento de Jorge Newbery, apasionado de la ciencia y la ingeniería, del deporte y de la aeronáutica, realizó numerosos aportes y proezas que le valieron el reconocimiento como un ídolo popular de la cultura nacional. A veces, se lo destaca por ser aviador y deportista, otras -tal vez menos-, por su contribución a la ingeniería nacional y al desarrollo energético. Sin duda, Jorge Newbery fue lo uno y lo otro.
El Señor Coraje, como lo llamaban, nació en la calle Florida en la Ciudad de Buenos Aires el 27 de mayo de 1875, hijo de padre estadounidense y madre argentina. Estudió y obtuvo su tÃtulo en ingeniería eléctrica en la Universidad de Cornell y el Drexel Institute, EEUU, donde fue alumno del gran Thomas A. Edison.
Al regresar a la Argentina se convirtió en el primer ingeniero electricista que tuvo nuestro país, formó parte del desarrollo de grandes proyectos relacionados con la energía eléctrica, ocupó el cargo de Director General de Instalaciones Eléctricas, Mecánicas y Alumbrado público de la Ciudad de Buenos Aires hasta su muerte y ejerció la docencia en la cátedra de Electrotecnia en la Escuela Industrial de la Nación (actualmente, Escuela de la Educación Técnica Otto Krause).
Desde su lugar de funcionario público, y en concordancia con sus ideas nacionalistas, defendió la municipalización de la luz y el gas, como así también, la nacionalización del petróleo y su calidad. Merecen destacarse dos de sus escritos en los que expuso claramente estas ideas: Consideraciones generales sobre la municipalización de los servicios de alumbrado y El petróleo, éste último lo escribió conjuntamente con Justino C. Thierry. Ambos escritos constituyen un significativo aporte al pensamiento nacional argentino y a la soberanía energética.
Su labor como pionero en la aeronáutica nacional también fue admirable, batió records de altura y distancia e inauguró los primeros cruces sobre el Río de La Plata. Sus inicios en el arte de volar comenzaron con la aerostación, fueron, junto a Aarón De Anchorena, los primeros argentinos en cruzar el Río de La Plata en el mÃtico globo El Pampero, uniendo, a través del aire, Argentina y Uruguay.
Posteriormente a esta ascención fundó, en conjunto con otros entusiastas como él, el Aero Club Argentino y, desde allí, promocionó la creación de la Escuela Nacional de Aviación de la que fue su director. Dos instituciones que contribuyeron al crecimiento de nuestro país…