«Mi relación con Enrique e Ignacio Cueto es estupenda. Por supuesto que a lo largo de nuestra visita habrá ocasión de saludarles y charlar con ellos», cuenta desde España el presidente ejecutivo de Iberia, Luis Gallego, a propósito de la visita que realizará este miércoles 9 de marzo a Chile. Durante su estadía tiene previsto, entre otras actividades, exponer en un foro sobre la reinvención de la compañía. En noviembre pasado, Willie Walsh, el presidente de la matriz de la aerolínea International Airlines Group (IAG), dijo abiertamente que al grupo le gustaría estrechar sus lazos con la chileno-brasileña Latam, aunque días después aclaró que era muy pronto para hablar de una posible fusión». Pero la bolita ya estaba rodando y el mercado ha permanecido expectante desde entonces.
Gallego, sin embargo, prefiere guardar silencio ante este posible interés, y recalca que ese tipo de inquietudes deben ser respondidas por la casa matriz, que agrupa también a las aerolíneas British Airways, Vueling y Aer Lingus. Agrega que de todos modos discutirá asuntos del negocio aeronáutico con los Cueto, con quienes comparte la misma afición: el Real Madrid. «No estamos pasando nuestro mejor momento, así que iremos a lamernos las heridas conjuntamente», bromea.
«La realidad, continúa, es que siempre hemos tenido una muy buena relación con Latam. Hace poco hemos firmado un acuerdo de negocio conjunto y eso, lógicamente, va a contribuir a estrechar más los lazos», puntualiza. El negocio a que alude está relacionado con mejorar la complementariedad de sus vuelos y, entre otros aspectos, ofrecer mejores tarifas a los clientes de ambos lados, lo que podría ponerse en marcha dentro de 12 y 18 meses, una vez que las autoridades regulatorias de Chile y España lo aprueben. «Pero esta alianza en ningún caso tiene relación con algún aspecto societario, simplemente es una unión de negocio conjunto», se apresura en recalcar.
Prefiere más bien concentrarse en hablar del exitoso desempeño que ha mostrado Iberia en los últimos dos años, coincidentes con el tiempo que suma en su cargo actual y que forma parte del relato que expondrá este miércoles en el Foro «La reinvención de Iberia», organizado en conjunto con la Agencia EFE en el Edificio Espacio Telefónica. La aerolínea presentó hace pocos días sus resultados de 2015, donde evidencia una ganancia operativa de 247 millones de euros, lo que supone un incremento de 394% sobre el año anterior, cuando tras seis años de pérdidas logró un beneficio de 50 millones de euros.
Para que esto ocurriera, la firma debió pasar por un proceso importante de cambios. Entre ellos, redujo su capacidad total en 15%, lo que implicó deshacerse de 25 aeronaves y cancelar destinos emblemáticos en Latinoamérica -a donde viaja desde hace 70 años-, como La Habana y Montevideo. Además, mejorar la productividad y disminuir costos, lo que implicó que tuvieran que sentarse a negociar con todos los sindicatos.
«A partir de marzo de 2014 hemos trabajado en mejorar la rentabilidad de la compañía, recuperando las rutas que tuvimos que cancelar, incluso abriendo otras que nunca habíamos hecho, como Cali-Medellín, en Colombia. También vamos a lanzar rutas a Asia. El 18 de octubre empezaremos a volar a Tokio y nuestra intención es hacerlo a Shanghái antes de fin de año», explica el ejecutivo.
Sobre las metas de mediano plazo, agrega que la compañía tiene como imposición desde la matriz alcanzar niveles de rentabilidad en el rango del 12% a 13%, lo que supone un trabajo importante desde el actual 7% en que se movió el último año el alza, al considerar el retorno sobre capital…
