¿Cómo puede una aerolínea disminuir los tiempos de sus pasajeros en el tránsito por los aeropuertos, hacerles más fácil y sencilla la compra de los tiquetes y hasta reducir el riesgo de que se extravíen las maletas? Pero, además, ¿alcanzar mejoras en su operación para ser más eficiente?
Sin duda, la tecnología se convierte en un gran aliado. Pero, como menciona Santiago Aldana, vicepresidente digital y de tecnología de Avianca, “no se puede desvincular la estrategia de negocio, que es lo fundamental, con el tema de tecnología. La tecnología no es el centro, es la estrategia de negocios”.
En Avianca, la transformación tecnológica gira en torno a tres ejes: la información y la experiencia del cliente, la operación y la empresa. En el primero, el reto es conocer al cliente para personalizar la oferta. Pero eso de nada sirve si no se asegura desde un frente operacional. “Es decir, darle las herramientas a la operación y eso significa llevarle la data, que tiene que ser en línea. Ya no es para saber qué pasó el mes pasado sino para entender qué está en riesgo y en qué se puede trabajar. El ‘viaje’ operacional se debe garantizar para que se cumpla y se disminuya la fricción que pueda tener el cliente”, dice Aldana. Y, por otro lado, se tiene el frente de la empresa: cómo se entrega toda la información al interior para saber qué pasa con cada avión, cada operación y cada pasajero…