La batalla entre Airbnb y Miami llegó a una tregua esta semana tras meses de escaramuzas, cuando ambas partes acordaron que los visitantes que rentan viviendas a corto plazo en el sur de Florida paguen un impuesto al turismo.
La plataforma de alquiler de viviendas privadas comenzará a cobrar a los visitantes a partir del 1 de mayo un impuesto de 6% sobre el valor de la transacción, que remitirá al condado de Miami-Dade.
Este condado de 2,7 millones de habitantes alberga las turísticas ciudades de Miami y Miami Beach. No obstante esta última, una isla que concentra los destinos playeros y la vida nocturna de la región, quedó fuera del trato porque negociará separadamente con Airbnb.
«La principal preocupación del alcalde Carlos Giménez y de la industria hotelera era asegurarnos de que se está compitiendo en igualdad de condiciones», dijo el miércoles a la AFP Michael Hernández, portavoz de la alcaldía de Miami-Dade.
El otro condado más poblado del estado, Broward (al norte de Miami, con 1,9 millones), alcanzó el mismo acuerdo con Airbnb también el martes.
«El acuerdo tributario con los condados de Miami-Dade y Broward refleja un componente sustancial del deseo de Airbnb de ser un buen socio para Florida», dijo en un comunicado el director de políticas públicas de la plataforma con sede en San Francisco, Tom Martinelli…