Entre 2002 y 2010 la cuenta servicios de Argentina fue equilibrada, pero el año pasado ya registró un déficit de US$ 3.810 millones y este año, según cálculos de consultores privados, podría cerrar con un saldo negativo de US$ 5.236 millones.
El turismo es uno de los Ãtems con mayor impacto negativo sobre las cuentas. En el acumulado de los primeros 10 meses de 2013, el déficit de la balanza turística alcanza los U$S 632 millones.
El turismo pasó de ser una fuente neta de ingresos de divisas para Argentina, por el fuerte aumento de llegadas y gastos de visitantes extranjeros, para constituir ahora, crisis global mediante, una corriente constante de salida de dólares, con menos visitantes y más argentinos viajando por el mundo.
En 2012, la balanza turística argentina cerró en números rojos por primera vez desde 2001, con un saldo negativo de US$ 89,6 millones.
La nueva medida anunciada esta semana por el gobierno aumenta de 20% a 35% la tasa que el Fisco retiene a los contribuyentes por la compra de pasajes y paquetes turísticos en el exterior y los gastos que realicen fuera del país con tarjetas de crédito, débito y cheques de viajero. Además, en un esfuerzo por emparejar la cotización oficial del dólar al precio paralelo de la moneda estadounidense, las retenciones abarcan ahora al cambio de divisas.
La tasa fue impuesta por primera vez en septiembre de 2012 como parte de una batería de restricciones a las compras de divisas extranjeras puestas en marcha en octubre de 2011 por el gobierno de Cristina Fernández para tratar de contener la fuga de capitales.
Pese a la tasa impuesta a los gastos turísticos, éstos no dejaron de crecer.
Ello se dio porque, debido al «cepo» al dólar, por el cual no se permite la compra de la moneda estadounidense para atesoramiento, los argentinos se volcaron en la posibilidad de comprar paquetes y saldar gastos de tarjeta en el exterior con pesos argentinos al tipo de cambio oficial, muy por debajo del precio del dólar en el mercado informal.
Así, cada dólar gastado por los turistas en el exterior se tradujo en un déficit de la cuenta servicios de la cuenta corriente de Argentina, un resultado negativo de la balanza de pagos y pérdida de reservas del Banco Central.
