La economía naranja surge en Cartagena de Indias para salvaguardar la herencia africana en el Caribe
"Yo de Getsemanà solo me marcho muerto, hacia el cementerio". Luis Carlos nació en este barrio colonial de Cartagena de Indias, conocido en el pasado como el barrio de los esclavos. Ahà se casó y tuvo a sus hijos, pero en la última década, también ha sido testigo de cómo muchos de sus vecinos se marchaban del barrio. "Sà que mantenemos el contacto con los que se fueron y la verdad es que, cuando vuelven, están tristes. Imagínese decir "˜esa era mi casa y ahora es un hostal"™, es muy duro".
GetsemanÃ, una antigua isla, ahora está unida a la ciudad amurallada de Cartagena de Indias, la joya del Caribe colombiano y el centro neurálgico del turismo del país. Sus calles coloniales atraen al año a dos millones de turistas de todo el mundo, según datos de la Corporación Turismo Cartagena de Indias (Corpoturismo), que vienen a contemplar el que fuera el principal puerto atlántico de la América española y a disfrutar de sus vecinas playas paradisíacas. Pero los españoles no solo levantaron los palacios coloniales cartageneros, también trajeron un ejército de esclavos secuestrados de Ãfrica, que se subastaban, destino al resto del continente, en lo que hoy se conoce como la Plaza del Reloj…