Como turista suizo, me quedé en la isla de Rapa Nui dos semanas gozando el puro placer de encuentros, contemplaciones y reflexiones. La historia dramática de esta isla tan lejana de todo me impactó, y que ahora coge un camino moderno preocupante.
El flujo de turistas es casi insostenible para las infraestructuras de la isla (los desechos, el difícil reciclaje con su almacenamiento, gestión de los parques, gestión turística poco profesional, etcétera). La tensiones entre el gobierno chileno, la Conaf y la Asamblea Rapa no tienen futuro porque es el turismo el que manda.
Hay que olvidar y perdonar las heridas del pasado. Proteger la isla es el punto clave y el visitante llegando al aeropuerto debería estar informado de todos los problemas generados en la isla por el flujo turístico. Me parece adecuado que el pueblo rapa se encarga de su tesoro arqueológico, pero tendría que hacerlo de manera profesional y estructurada. Los puestos de control actuales son poco informativos y
dejan un gusto de control inútil, tacaño y desagradable para el turista.
Mis propuestas para fomentar un turismo responsable son las siguientes:
1) Restablecer ya un clima de confianza mutuo entre la Asamblea Rapa Nui y el Gobierno de Chile, pensando que los dos van a sacar provecho de su colaboración, promoviendo en la isla un ecoturismo responsable y un desarrollo sostenible.
2) Editar recomendaciones estrictas sobre la necesidad de que cada empresa, cada pensión, cada hotel, recicle sus desechos. Impedir en los negocios el uso de bolsas plásticas. Como en muchos lugares turísticos en el mundo, se debería cobrar por cada turista alojado una tasa de un dólar por noche.
3) Con la ayuda europea, canadiense, chilena y estadounidense, se organizará una descontaminación controlada y profesional de los basureros que se filtran por el subsuelo, contaminando la aguas subterráneas.
4) Por cada turista ingresado a Rapa Nui se le cobrará un monto global de 60 dólares repartido como:
– 20 dólares para reciclaje de los desechos y su flete al continente.
– 30 dólares para el cuidado de los sitios arqueológicos (antiguamente Conaf).
– 10 dólares para fomentar un fondo ecológico para el desarrollo de un turismo responsable, con folletos explicativos entregados al turista cuando desembarca en la Isla.
5) Congelar la inmigración hasta que se resuelva el problema de los desechos, del reciclaje y del tratamiento del agua…