TURISMO

Turismo verde dólar: sitios naturales podrían generar al país (Argentina) us$ 12.000 M

El turismo se convirtió en uno de los motores de muchas economías en el mundo. En la última década, la actividad creció a una tasa anual promedio de más de 4% y consolidó una cadena de valor gigantesca: el gasto de los turistas representó en 2017 el 10% del PBI global y generó uno de cada 10 empleos. Este auge vino de la mano de un tipo de viajero que quiere estar en contacto directo con la naturaleza, ya sea en opciones de aventura, ecoturismo o excursiones a parques nacionales, modalidades que en el futuro podrían generar a nuestro país hasta u$s 12.000 millones por año.

En Argentina, los gastos turísticos totales en 2017 fueron de u$s 15 mil millones. Dos tercios se explican por el turismo interno (u$s 9.800 millones) mientras la llegada de turistas internacionales aportó el tercio restante (u$s 5.100 millones). En esa torta, la tajada del turismo de ocio “de naturaleza” representó aproximadamente un 30%.

Específicamente, las 47 áreas protegidas nacionales recibieron en 2017 unos 2,7 millones de visitantes residentes y 1 millón de no residentes.

Paso en falso
El estudio desarrollado por la consultora Elypsis revela que los últimos 20 años el turismo receptivo en Latinoamérica se multiplicó por 4.2 y por 3.8 en el Cono Sur. En el mismo período, el turismo receptivo argentino solo se duplicó.

Así, perdimos participación en el turismo internacional. En América Latina representábamos el 13% del turismo en 1995, de allí pasamos al 11% en 2011 y a un escaso 7% en 2016. En Sudamérica el deterioro fue mayor: nuestro país recibía en 1996 la mitad del turismo con destino a la región (compitiendo con Brasil, Bolivia, Paraguay, Uruguay y Chile) y esa participación cayó al 33% en 2011 y a solo el 28% dos décadas después.

Además el turismo receptivo cayó otro 12% desde la implementación de los controles cambiarios en 2011.

¿Paso adelante?
Para el secretario de Turismo, Gustavo Santos, estas cifras en caída son “el correlato con la escasa conectividad demostrada, por ejemplo, en el pobre desarrollo aerocomercial que tuvimos. Ya lo dije: es ‘conectividad o muerte’. Tenemos que conectar la riqueza de los paisajes con inversiones que duren en el tiempo”.

“Nuestro problema es la distancia, es un país hermoso pero en el fin del mundo. Tenemos que facilitar la llegada desde los mercados que más crecerán, que serán los asiáticos. Por ejemplo, facilitarles las visas a los turistas chinos para que las puedan sacar por Internet: serán 240 millones de viajeros en 2025. Varias cosas las hablamos con Xi Jinping en el G20. Aunque solo llega el 0,3% a nuestras tierras, por la magnitud de su población generará una ola y tenemos que estar preparados”, agregó.

Tomando como supuesto la reinserción del país a los flujos internacionales de turismo, el análisis presenta dos escenarios a 10 años. En el panorama más optimista, el gasto de los turistas argentinos en el país podría pasar de u$s 10 mil millones a u$s 16,2 mil millones, mientras el receptivo pasaría de u$s 5,1 a u$s 14,4 mil millones.

Pero, claro, para que el turismo interno recupere el terreno perdido será necesario un plan. Santos mencionó tres pilares:

  • Desarrollar la infraestructura turística.
  • Ampliar la oferta aerocomercial.
  • Mantener la competitividad del dólar.

Tomando conjuntamente el turismo interno y el receptivo, las proyecciones implican un salto de u$s 6.400 millones en el gasto del turismo vinculado a la naturaleza, desde los u$s 5.300 millones actuales a los u$s 11.700 millones, con la consecuente creación de unos 300 mil empleos. En el sector turístico se tienen en cuenta los gastos de “primera ronda” que tienen un impacto directo (alojamiento, alimentación y bebidas, comercio minorista, actividades recreativas, entradas, transporte) y que desencadenan gastos sucesivos o de “segunda ronda”. Implica también llegar a los 7,8 millones de visitantes a los Parques Nacionales.

“Se hacen viajes de pocos días pero varias veces al año. El gran problema de nuestros tiempos es el estrés, y el turismo es la mejor terapia, sobre todo el turismo natural. Por eso impulsamos la política de duplicar la cantidad de parques nacionales. No es por conservacionistas obsesivos que lo hacemos, sino por una cuestión de desarrollo humano”, concluyó el funcionario…

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