Como parte de su proceso de rescate por el Estado, South African Airways se encuentra en espera de que la administración de turno revise las distintas opciones presentadas para reestructurar la empresa. Las alternativas provienen del Departamento de empresas públicas del Estado, inversionistas de capital, sector privado y posibles socios de la línea aérea, aunque no se identifica a ninguna de las partes involucradas.
Hasta la fecha, la opinión oficial es seleccionar propuestas “creíbles” para asegurar inversiones y alianzas estratégicas, además de una participación de los empleados como un mecanismo de seguridad en la gestión. Uno de los objetivos más inmediatos es mantener la mayor cantidad de aviones con el fin de asegurar la operación una vez que la compañía comience a retomar sus vuelos, además de un monto aproximado por US$578 millones para impulsar a la nueva línea aérea.
A mediados de junio, la línea aérea sudafricana confirma que espera devolver alrededor de 19 aviones en arriendo y renegociar los contratos por los aparatos que se mantendrán en la flota. Serian siete Airbus A319, seis A330-200, tres A340-300 y tres A340-600 en propiedad de varias empresas de leasing e instituciones financieras.
El Gobierno busca que la nueva línea aérea opere una flota altamente eficiente y moderna. Para reemplazar a los equipos que estarían dejando la flota, se busca la opción de sumar más A350-900 que no estarían siendo aceptados o desprogramados por otras líneas aéreas como Hong Kong Air y LATAM Airlines.
Inicialmente, el plan de negocios se iba a revisar el 25 de junio con los acreedores para definir el plan de recuperación y votar su aprobación. Sin embargo, el proceso se pospuso hasta el 14 de julio dado que los sindicatos NUMSA, SAGSA y SAAPA manifiestan que es necesario “efectuar correcciones” a la propuesta dado que poseen ciertas deficiencias…
