AGENCIAS

Las agencias de viajes sobreviven al ‘efecto Booking’: trato personal y rentabilidad del 1%

Ni están muertas, ni tienen los días contados. Tras años de fuerte criba, las agencias de viajes españolas se transforman a costa de ganar menos dinero y plantan cara a las plataformas "˜online"™

Teresa Altalejos sabe lo que es sufrir una tormenta perfecta como empresaria. En 2007, su agencia de viajes daba empleo a ocho personas. Llegaron la crisis, la asfixia en la financiación bancaria, el desplome del consumo y la irrupción de las grandes plataformas de internet dispuestas a comerse el mercado. Nadie hubiera dado un duro por la supervivencia de un sector, el de las agencias de viajes presenciales, que parecía condenado a la marginalidad. Hoy, Viajes Turia, el establecimiento familiar de Altalejos, fundado en 1981, tiene la mitad de la plantilla y factura mucho menos de lo que ella denomina "la etapa gloriosa", pero levanta la persiana todos los días en una callejuela peatonal del centro de Valencia.
Al contrario de lo que se percibe en muchos ámbitos, ni están muertas ni tienen los días contados. En España se viaja, y mucho. Y las agencias de viajes aseguran haberse adaptado a los nuevos tiempos. Combaten el efecto "˜Booking"™ trabajándose mucho a sus clientes "˜presenciale"™ y se han resignado a llegar a fin de mes recortando al máximo su rentabilidad para competir en precio con las agresivas, y muchas veces engañosas, campañas de las llamadas OTA (agencia de viajes ‘online’), las siglas donde se ubican algunos de los grandes operadores como la empresa de la americana Priceline o Expedia.

Fuimos de los primeros en digitalizarnos. Pero una plataforma digital no puede sustituir la labor de asesoramiento de una persona
Algo más de 5.500 empresas, según datos del CNAE, la mayor parte pequeñas sociedades de corte familiar, componen en España un subsector dentro del sector turístico que mueve 17.000 millones de euros y da empleo a 52.000 personas de media anual, según refleja la Encuesta Anual de Servicios del Instituto Nacional de Estadística (INE). El mismo organismo contabilizaba más de 60.000 oficinas de agencias de viajes en 1997, cuando la estimación actual es de unas 13.000. Pero las cifras engañan. Muchas de las oficinas que han cerrado eran franquicias de grandes cadenas desaparecidas (Marsans o Viajes Iberia) o aún en el mercado (Halcón) cuyos franquiciados no eran capaces de afrontar los pagos que debían hacer a sus marcas. En lo que se refiere a los títulos o licencias para operar, no ha habido tantos cambios en los últimos años. Un ejemplo. La Agencia Valenciana de Turismo recoge casi el mismo número de altas que de bajas en el registro obligatorio de agencias con oficina en la Comunidad Valenciana en la última década…

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