La empresa que opera el Aeropuerto Internacional de Cancún confirmó hoy que trabaja en la búsqueda de los familiares de la mexicana Marcela Silvia Montaño, una mujer que ya lleva nueve días viviendo en esta terminal aérea en el Caribe mexicano.
Carlos Trueba, director del Aeropuerto de Cancún, que es operado por el Grupo Aeroportuario del Sureste, informó que se busca a la familia de esta mujer, quien ya fue examinada por un médico que determinó que ella sufre un padecimiento mental.
«Ya la valoró el médico que tenemos en el aeropuerto y confirmó que tiene una enfermedad que requiere un medicamento, pero ella se niega a tomarlo. Estamos buscando a los familiares para que se hagan responsables de ella», señaló Trueba.
Indicó que ella «trae dinero y adquiere sus alimentos», además de que «se le ha visto sacar dinero de los cajeros automáticos».
«Es como cualquier persona en la terminal y se le respetará en este sentido», abundó.
Vestida con pantalón negro, suéter y zapatos de tacón, Montaño se negó a conversar con Efe después de ser ubicada en la sala de llegadas internacionales donde se encontraba sentada en el piso junto al carro maletero en el que transporta su equipaje.
«No tengo tiempo ahora, tengo algunas cosas que hacer. Regresa en unos tres días porque es seguro que seguiré por acá», respondió en inglés al tiempo que se levantaba y salía de prisa hacia una zona verde, donde se acostó sobre el césped a la sombra de unas palmeras.
Trabajadores del aeropuerto comentan que la han visto hablar con turistas en por lo menos cuatro idiomas, y que ya empieza a tener períodos breves de agresividad, aunque no ha lastimado a nadie ni ha causado daños, motivo por el que no puede ser detenida.
«Es una mujer inteligente a pesar de todo. Casi todos los días a eso de las diez de la mañana saca un palo como de escoba que tiene escondido y empieza a gritar a la gente que está documentando su vuelo», comentó uno de los empleados de mostrador en el área de vuelos internacionales.
No obstante, añadió que «cuando se acercan los policías federales para decirle que se calme o de lo contrario la detendrán, responde que no la pueden detener porque no ha cometido ningún delito».
La mujer de 45 años y con pasaporte mexicano permanece en el aeropuerto desde el pasado 30 de junio, cuando llegó en un vuelo procedente de Estados Unidos.