Respondiendo a los llamados de la industria aérea, Chile comienza el camino para establecer las primeras políticas públicas en lo que respecta a combustibles sostenibles de aviación (SAF).
Continuando con la iniciativa “Vuelo Limpio” lanzada en el gobierno de Sebastián Piñera, la Junta Aeronáutica Civil (JAC) del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT) junto con la Agenda de Sostenibilidad Energética, inician una mesa de trabajo que busca a todos los actores de la industria a fin de establecer una estrategia en la materia.
En su presentación, el ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Juan Carlos Muñoz. mencionó el compromiso del gobierno de Gabriel Boric con reducir la contaminación de gases de efecto invernadero (GEI). Entre las iniciativas está el impulso a la electromovilidad de los medios de transporte público, por ejemplo, en el traslado entre aeropuerto y la ciudad. “Vuelo Limpio” busca diseñar e implementar un programa nacional de aviación sostenible. Mediante un trabajo público-privado, mejorar la eficiencia del transporte de mercancías y pasajeros de la industria de aviación civil.
Para ello, promueve buenas prácticas en materia de gestión energética por parte de las líneas aéreas. Con la finalidad de reducir el consumo de combustible, el trabajo apunta a lograr una política de SAF por el potencial inmediato que este tipo de energía tiene y su mayor disponibilidad en el corto plazo, con Chile y América Latina con oportunidades para liderar la producción.
“En esta instancia estamos convocando a actores de toda la cadena productiva de los SAF, tanto en el sector público como privado, entre los que están los operadores aéreos, asociaciones de líneas aéreas y de energéticos, importadores, potenciales productores y distribuidores de combustibles, aeropuertos, empresas concesionarias, el área logística, fabricantes de aeronaves y academia para abordar uno de los desafíos más importantes de la aviación civil que es la descarbonización”, agregó Muñoz.
“Este tipo de combustibles están más a la mano que la llegada de nuevos aviones, lo que nos parece oportuno explorar. Por supuesto, no es la única medida. Debemos trabajar en toda la “canasta” que nos indica la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI)”.
A nivel de industria, los SAF están llamados a ser los grandes contribuyentes a la reducción de los GEI generados por la aviación. Su aporte está dado por su origen no fósil y su capacidad de ser utilizados en las aeronaves con tecnología actual. Actualmente, los SAF pueden ser utilizados en un 53% mezclados con combustible tradicional. Su producción es reducida por lo que los precios son altos, muy superiores a los de un combustible tradicional.
Para revertir esa realidad, la industria aérea llama a los Gobiernos a tener políticas públicas de SAF y explorar medidas de incentivos a la producción y utilización como subvenciones a la compra. Los SAF serán los grandes contribuyentes a la reducción de GEI en la aviación, debido a su origen no fósil y a su capacidad de ser utilizados en los aviones con la tecnología actual. Así, este tipo de aviones seguirá siendo utilizado en los próximos 20 años, en paralelo al desarrollo de nuevas tecnologías de propulsión.
«Las medidas políticas son cruciales para estimular la demanda de SAF. Desde el primer vuelo con biocombustible, hace diez años, se han realizado impresionantes progresos en la utilización de SAF. Sin embargo, para aprovechar el potencial de los biocombustibles de aviación para reducir el impacto climático de la creciente demanda de transporte aéreo, es necesario un mayor desarrollo tecnológico y una mejora económica. Los marcos políticos desempeñan un papel fundamental en esta fase temprana y crucial del desarrollo de la industria de los SAF. Sin un panorama político favorable, es poco probable que la industria de la aviación aumente el consumo de biocombustibles hasta niveles en los que los costes se reduzcan y los SAF sean autosuficientes», indicó Pedro de la Fuente, Gerente Senior de Asuntos Externos y Sostenibilidad para las Américas de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA).
El subsecretario de Energía, Julio Maturana aseguró que “Iniciamos la mesa de desafíos de combustibles sostenibles en aviación. Esperamos que este esfuerzo de diálogo entre el sector público y privado permita alcanzar las metas de carbono neutralidad del país y también establezca metas para el sector de la aviación con miras a una industria más sustentable”.
Por su parte, Martín Mackenna, secretario general de la JAC, resaltó el potencial de los SAF para la aviación y sentenció que se debe «trabajar hoy”. Si bien reconoció que la industria está en una fase de transición, las nuevas aeronaves y fuentes de energía no van a estar disponibles para todos de manera inmediata. En ese sentido, Mackenna menciona que las aeronaves eléctricas o el uso del hidrógeno verde recién estarán dispuestos en material aéreo menores o regionales que son escasos en Chile. Por el tipo de flota que utilizan los operadores, el SAF es la herramienta más a la mano para atender el desafío de descarbonización. En el programa “Vuelo Limpio” participan de manera voluntaria Aerovías DAP, JetSMART, LATAM, SKY, JetSMART y Ecocopter. Se espera que las primeras empresas puedan ser certificadas en “Vuelo Limpio” en el transcurso del próximo mes.
El ecosistema de los SAF definido por Chile considera distintos niveles a nivel multilateral de carácter internacional como nacional. La prioridad es trabajar en el ámbito doméstico, pero en línea con las políticas globales en la materia. “Esto tiene que ver con los consumos domésticos. Todos los compromisos que estamos acostumbrados a ver vienen de la OACI o IATA para la aviación civil internacional. Para la aviación doméstica vamos a tener que hacernos cargo a través de la Ley Macro de Cambio Climático y otras iniciativas del Acuerdo de París”, dijo el secretario general de la JAC.
A nivel internacional participan con sus políticas la OACI, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Consejo Internacional para un Transporte Limpio (ICCT). En el ámbito de asociaciones está IATA, la Asociación Chilena de Líneas Aéreas (ACHILA), la Asociación Chilena de Helicópteros (ACHHEL) y la Asociación Chilena de Hidrógeno (H2 Chile).
Entre los operadores aéreos, están Aerovías DAP, Ecocopter, JetSMART, LATAM y SKY. Desde el mundo académico participan distintas universidades como la Universidad de Chile y la Pontificia Universidad Católica, entre otras.
Como entes de coordinación a nivel gubernamental están los Ministerios de Energía, Transportes y Telecomunicaciones, Obras Públicas (a través de la Dirección de Aeropuertos), además de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC). Además, participan la Agencia de Sostenibilidad Energética, la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climátic, Ministerio de Ciencias, Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), Empresa Nacional del Petróleo (ENAP), Corporación de Fomento (CORFO)…