Pese a la incertidumbre que impone el Gobierno del Perú con una posible extensión indefinida del cierre de fronteras, LATAM Airlines descarta por ahora trasladar parte de la flota basada en Lima hacia otros mercados. La decisión no se considera, al menos por ahora, dado que hay oportunidades para aguantar por tiempo hasta que exista mayor claridad al respecto gracias al trabajo con los proveedores.
“La compañía ha acordado con los lessors pagar sólo si usa los aviones, entonces no hay la necesidad de mover activos”, dice Ramiro Alfonsín, CFO de LATAM Airlines Group, durante la presentación de los resultados para el segundo trimestre 2020. En ese periodo, la compañía reporta pérdidas significativas por US$890 millones como consecuencia de las restricciones impuestas unilateralmente impuestas por los Gobiernos y la drástica caída en la demanda en América Latina.
Si bien LATAM reinicia operaciones en el hub de Lima el 15 de julio con vuelos domésticos, actualmente se encuentra operando sólo a ocho destinos por los nuevos confinamientos que colocan las autoridades peruanas en su intento para contener los contagios por COVID-19 en el país. Como el resto de las líneas aéreas peruanas, esperan que las restricciones se levanten en la fecha señalada para reanudar los servicios.
No obstante, la principal preocupación está en los vuelos internacionales. Con la mantención indefinida del cierre de fronteras la operación en Lima está complicada y pone en riesgo parte importante del funcionamiento de la mayor línea aérea de América Latina. Lima es el segundo hub más importante de LATAM y el principal en el lado occidental del continente desde donde distribuye tráfico doméstico e internacional a distintos puntos desde los Estados Unidos por el Norte hasta Argentina y Chile por el sur.
El Perú representa un mercado de 14 millones de pasajeros el cual LATAM atiende con una amplia cantidad de operaciones. En 2019, la compañía ostenta el 66% del mercado aéreo peruano siendo el principal operador a nivel doméstico e internacional. La flota basada en Lima es de aviones que incluyen cinco Airbus A319, 25 A320ceo/neo y seis Boeing 767-300ER, lo que representa un 15% de la capacidad total, medida en asientos disponibles por kilómetro (ASK, por sus siglas en inglés).
Las consecuencias del cierre de fronteras son altamente perjudiciales para la economía y desarrollo del Perú, país que necesita del transporte aéreo para asegurar la conectividad de su territorio, dar impulso a la industria turística y propiciar el desarrollo del país. Por ser el mayor operador y tener hub en Lima, el cierre de fronteras y la prohibición para realizar vuelos internacionales tienen a LATAM como la línea aérea más perjudicada.
Como se indica, si bien por el momento están descartados movimientos de flota, no es algo definitivo. “Podemos moverla lo que implicaría cambios en los registros y de las certificaciones en el Perú, y sus nuevos registros en algún otro país. Sin duda son activos que se pueden mover”, comenta el directivo…
