La incertidumbre siempre ha acompañado a los diferentes programas que desarrolla la industria aeronáutica andaluza. Con la crisis, estas dudas se multiplican porque los países participantes no pueden hacer frente a los compromisos que adquirieron justo antes de que las dificultades económicas comenzaran a aflorar con más virulencia. Sin embargo, este sector mantiene el tipo, con la vista puesta en los movimientos estratégicos que anuncian los gobiernos y los cambios de programación que, de una u otra manera, repercuten en el empleo.
En Andalucía hay más de 10.000 trabajadores que dependen de la industria aeronáutica, entre empleos directos e indirectos. Airbus, el mayor fabricante de aviones y equipos aeroespaciales del mundo, es la empresa que aglutina a más empleados en la región, con las plantas de San Pablo (Sevilla) y Puerto Real (Cádiz) como punta de lanza.
En la factoría sevillana se ensambla el avión militar de mayores dimensiones, el A400M, y se fabrican componentes de otros modelos comerciales. En la de Puerto Real se producen actualmente piezas de tres modelos comerciales distintos, entre los que destaca el A380, el avión comercial más grande jamás construido, con capacidad para 800 pasajeros.
Las plantillas de estas factorías esperan reforzarse con un centenar de trabajadores hasta que finalice el año. Ésta es la previsión que figura en el convenio colectivo que se suscribió el año pasado y que apareció publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado 28 de febrero. Este acuerdo es el principal resorte que tienen los comités de empresa a la hora de negociar con la dirección y, ante posibles contingencias, el arma fundamental para defender sus derechos. La cifra de empleos, previsiblemente, será más abultada si se tiene en cuenta la industria auxiliar, más volátil pero también vital para el mantenimiento del empleo.
En concreto, en la planta de San Pablo se formalizarán alrededor de 60 contratos antes de que expire 2013, un año en el que ya se han hecho 38 nuevos. El convenio, que está en vigor hasta 2015, contempla un total de 140 incorporaciones. Actualmente, esta sede cuenta con 1.500 trabajadores.
En el caso de Puerto Real, está prevista la incorporación de 37 nuevos trabajadores en los próximos meses. En total, son 530 los empleados que componen la plantilla de esta factoría. Unos 500 se incorporarán a las factorías de Airbus de toda España, tal y como recoge el documento.
Según José Sabas, presidente del comité de empresa de la factoría de San Pablo, «no hay motivos para asustarse», a pesar de que los gobiernos ya empiezan a anunciar reprogramaciones y otras maniobras como consecuencia de la crisis. Sin ir más lejos, recientemente el Ministerio de Defensa manifestó su intención de vender casi la mitad de sus aviones a terceros países. «En la planta trabajamos con normalidad, aunque con la crisis no sabemos qué pasará en un futuro», subraya.
Por su parte, Pedro Heredia, representante del comité de empresa de la factoría de Puerto Real, reconoce que «este negocio es muy sensible a las coyunturas políticas y económicas de los países europeos», aunque insiste en que «nuestra obligación es fabricar los productos independientemente de los vaivenes de cuándo se venden».
El cronograma, por tanto, sigue adelante. En Sevilla se ultima la entrega de un A400M a las Fuerzas Aéreas francesas, el primero de estas características. En Cádiz se siguen construyendo estabilizadores y otros componentes para los A380, A330 y A350.
