Aunque el COVID-19 ha puesto en las sombras a cualquier otra prioridad de la industria, existen cuestiones fundamentales (y dramáticas) que siguen desarrollándose, y una de ellas es la del 737 MAX.
Gol era el principal cliente de ese programa en Latinoamérica, con 129 aeronaves pedidas, de las cuales apenas 7 llegaron a ser entregadas hasta que se dictaminó el grounding mundial en marzo del año pasado. Sólo en 2019 debería haber recibido otras 25.
Así como el resto de los clientes del MAX, la aerolínea brasileña empezó a negociar con Boeing cómo afrontar el impacto económico del retraso en la entrega de las aeronaves y el grounding de su flota.
Finalmente esta semana, ambas partes anunciaron que llegaron a un acuerdo que incluye una compensación monetaria por parte de Boeing, la cancelación de 34 aeronaves del pedido original, y una mayor flexibilidad para realizar modificaciones de acuerdo a las necesidades de flota futuras de Gol…
