Desde que una subsidiaria del grupo proveyera el primer tren de aterrizaje del entonces naciente Bandeirante, hace más de 40 años, Safran ha registrado un crecimiento sostenido y pronunciado en Brasil y la región. Si bien su actividad aeronáutica más conocida en Brasil es la que se relaciona con su filial de motores, Turbomeca, que equipan a diversos modelos de helicópteros-principalmente Eurocopter- división que hoy pasa por una gran ampliación con el montaje local de los Makila 2 para los EC-725/225, su negocio principal es la fabricación de chips de telefonía y tarjetas de crédito.
Sin embargo, son las relaciones comerciales con el grupo Embraer las que están dando a Safran Aeronáutica do Brasil, que adquirió a través de su asociada Sagem- también involucrada en la modernización de los helicópteros Esquilo y Fennec del Ejército- la firma nacional de optrónica Optovac, un fuerte crecimiento.
En efecto, distintas firmas del conglomerado o coparticipadas por Safran participan en varios programas del constructor aeronáutico, civiles, como los E-jets (a los que Technofan provee la ventilación y Aircelle los carenados para los motores GE de los mismos), o los Phenom- cuyo cableado es Labinal- o militares. En este último campo, la Hispano Suiza, junto a Goodrich, integra los generadores eléctricos de los EMB 314 Súper Tucano y se prepara para diversas participaciones en el KC-390. Messier-Bugatti-Dowty tendrá a su cargo los frenos de ruedas y sus respectivos sistemas de control, mientras Sagem Defensa y Seguridad desarrolla componentes del empenaje horizontal de la aeronave, Technofan, nuevamente la ventilación e Hispano Suiza,los sistemas de generadores.
Además, muy probablemente el grupo podría ser convocado para ser proveedor en la nueva serie de E-Jets que Embraer comienza a desarrollar.